Con una falsa sonrisa de oreja a oreja le digo al psiquiatra que estoy mejor, ella siempre trtando de hacerme feliz pero a estas alturas ni su mas grande amor logra ponerme de buen humor, llego un punto en el que no aguante nada, lo sientes mucho de verdad. Sé que diste todo por mi al final, seguire caminando por el bien de ambos pero realmente no espero recuperarme, poder olvidarme de todo esto y cuando lo recuerde, me pueda reir de ello.
Es el saco de rocas que me toco llevar en vida.