De repente es como si cayera en un pozo. Uno sin fondo ni fin. Puedo ver la salida, la anhelo, la deseo, sin embargo no puedo hacer nada para llegar hasta ella. Intento agarrar con mis maltratadas manos lo que encuentro a mi paso. Plantas, ladrillos, barro. Me aferro a cada uno con la estúpida esperanza de poder encontrar ayuda, pero cuando creo que estoy lo suficientemente segura, me dejan caer. Aún no sé si es culpa de mis delicadas manos o es solo que mis ayudas no son más que distractores en el camino. Tal parece que estoy destinada a caer y caer. Espero dar con el fondo rápido, así al menos moriría y me desharía de esa maldita e incomoda sensación de estar en el aire. De repente es como si cayera en un pozo. Uno sin fondo ni fin. Puedo ver la salida, la anhelo, la deseo, sin embargo no puedo hacer nada para llegar hasta ella.
Esto lo escribí ayer luego de llegar de una fiesta en la que la pasé re mal. Nunca debí salir de mi habitación. Me siento mal, se supone que me estaba recuperando y hoy si acaso logré levantarme de mi cama. No quiero contarle a nadie y no pienso volver a donde mi psiquiatra. Ayuda.