Ya está, ya pasó y siento una gran sensación de alivio mezclada con algo de tristeza. Ahí va la narración del encuentro para los que me la han pedido. Gracias a Tuoji, TonoLP, UNGATONEGRO, Auto-Obstáculo, Craneocandente, Cuesco y Perezoso por interesarse en mi post.
La verdad es que hice trampa, le conté la situación a mi hermano y le pregunté si me podía acompañar para sentirme un poco apoyado. Mi hermano conoce a mis dos colegas y a sus novias y no puso ningún problema. Tampoco lo pusieron mis colegas y sus novias al verlo, vamos lo recibieron con grandes sonrisas. Mi hermano hace su vida a parte de la mía pero pedirle un favor como ese cada dos años no le supone ningún problema.
Luego tuve la suerte que una de las novias se encontraba mal y no vino, ya no podrían ponerse las dos en camarilla ignorándonos al resto como hacían antes. La chica tuvo que participar en nuestras conversaciones.
Mis colegas empezaron en su línea de hablar del trabajo y la decoración de sus pisos, pero mi hermano que es un animal social llevó la conversación a la situación económica actual y el movimiento del 15-M con unas opiniones de izquierdas bastante radicales. La cosa se puso mucho más divertida y comenzaron las bromas entre todos (bueno yo no) sobre políticos y banqueros corruptos que produjeron muchas risas.
Yo intentaba mirar a los ojos a mis interlocutores, pero no podía estar mucho tiempo manteniendo la mirada. Traté de hablar despacio las pocas veces que lo hice pero aún así algunos me tenían que pedir que repitiera lo que decía. Traté también de escuchar activamente pero me perdí en algunos comentarios que me hacían. Se ve que tengo que practicar más mis habilidades sociales, espero que no sea de dos en dos años
Estuve más callado de lo que hubiese querido, pero me resultaba más cómodo dejar que mi hermano dirigiese las conversaciones y estar en un segundo plano. Cuando veía que me encontraba un poco ansioso salía del restaurante a fumar y aprovechaba para despejarme la mente.
La cena no duró mucho ya que mis colegas trabajan mañana y tienen hora y media de camino para regresar a su casa. Me marche aliviado por haber pasado el mal trago pero con la sensación de no haber aprovechado la ocasión para contactar a nivel de sentimientos con mis colegas. Fue todo bastante superficial. No quedamos en encontrarnos para otra vez. Y no sentí el placer que se debería sentir al socializar con los que se suponen tus amigos. Me temo que la soledad me lleva hacia abajo por la pendiente resbaladiza de la misantropía.