Sí que es verdad que la persona tímida tiene dificultad para hablar correctamente en ciertas situaciones que se le antojan comprometidas.
Pero sobre todo, la vocalización incorrecta, descartando cualquier disfunción del aparato fonador, parte de los "vicios" que hemos ido adquiriendo desde nuestra tierna infancia cuando aprendimos a hablar.
Yo hablo vocalizando lo justito y algo rápido, lo que unido a una voz bastante grave pero exenta de tono, hace que frecuentemente la gente no me entienda, o me comprenda erróneamente. A veces en el estanco pido una cajetilla de tabaco de una determinada marca y me entregan otra totalmente distinta, y así me pasa en muchos más sitios.
Pero una correcta dicción, fonación, entonación, etc... sí que es algo que se puede llegar a entrenar o por lo menos llevarlo a unos niveles de normalidad para no parecer que estás hablando en teutón de la la Prusia occidental.
Sería cuestión de volver a "reeducar" nuestra forma de hablar.