Nada consuela más que un amor y unos brazos abiertos. Supongo que es lo único que tengo, y ni siquiera tengo los que quisiera. Lo sé ahora porque me he vuelto a quedar vacío, porque deposité todas las esperanzas en que me salvaran haciéndome pasar otra vez por Spiderman. Me descubro en mi egoísmo y olvido el de los demás. Perdí la empatía, perdí el contacto conmigo y no fue sólo por esto. Olvidé quién era y ahora vuelve todo el pasado que nunca se fue para vapulearme. Quisiera gritar y llamar la atención, pero soy más de llorar en silencio. Aun así últimamente me desfasé con el Facebook desahogándome al menor impulso. Tenía que cortarlo para evitar la tentación, todavía me cuesta mucho evitarla.
Se volvió a instalar la duda, o más bien se hizo algo más visible. Qué rabia, qué dolor de estómago, no puedo comer ni dormir bien. Lloro de vez en cuando sin motivo aparente, vomito lo que desayuno y aguanto el resto; puros nervios. Me atreví a soñar, otra vez. Y no me cuesta cuando me pongo, hasta me doy miedo y pienso si me pierdo demasiado en metáforas que sólo yo entiendo. Mi miedo a estar loco otra vez impidiendo que me exprese como más libre me siento. Quizás sólo sea mi parte miedosa y abatida por las circunstancias.
Siento otra vez esa presión que seguro que sientes tú, la de decepcionar a tus allegados. Esperan de mí mucho más de lo que soy capaz de dar ahora y no puedo mirarles a los ojos. Me propuse ponerme en tu lugar pero ya sabes lo que pasa… soy demasiado sensible. Supongo que es un coñazo que una persona así haya dependido de ti, tú que tanto huyes y corres. Tanto como yo. Y yo estoy cansado de correr. Si tenemos que encontrarnos no puede ser bajo ninguna coacción. El amor es libre, siempre te lo dije. Ya no tengo esa fuerza, esa seguridad. No quería soltarla porque sabía que caería como un boxeador cansado de soltar su rabia en un saco.