No lo eres. Sabes por qué? porque tú no eres tu mente.
Eso que llamamos "personalidad", no existe. Es sólo un producto de nuestra mente, que nos dice una y otra vez que nosotros no somos más que un conjunto de recuerdos, de experiencias, de miedos, de anhelos, de apegos... en fin de eso que llamamos "personalidad".
De verdad crees que puedes "ser" un conjunto de recuerdos? estás seguro de que un determinado recuerdo, que tú consideras esencial para la idea del "yo" que te has formado de ti mismo, es exactamente tal y cómo lo recuerdas? has pensado que quizás, en la época en que tuviste la experiencia que hizo que ese recuerdo se formara, tu forma de percibir el mundo o la realidad de ese momento, era distinta a la que es hoy o a la que era hace X años? realmente podemos "ser" algo tan frágil, tan distorsionado por el paso del tiempo y por nuestra propia percepción de la realidad? Evidentemente, no. No somos nuestros recuerdos. Los recuerdos son sólo eso: recuerdos. Más o menos distorsionados. Nada más. Sin embargo, nuestra mente se empeña en repetirnos una y otra vez que nosotros somos una serie de recuerdos. Y no sólo eso, sino que también nos recuerda una y otra vez que, además, también "somos" un montón de cosas que tenemos que conseguir en el futuro si queremos sentirnos bien y ser felices. Y que si no las conseguimos, nos pasará esto o lo otro, o no seremos nunca felices. Es decir, según nuestra mente, sólo hay 2 cosas: pasado, y futuro. Dónde está entonces el presente? El presente no existe para la mente. Comprobadlo vosotros mismos: quedaros un rato "observando" vuestra mente, y os daréis cuenta de que os lleva constantemente al pasado o al futuro, pero rara vez se queda en el presente. La mente necesita estar fuera del presente para existir.
Te preguntarás: "y si la personalidad no existe, qué soy entonces?" Eres lo que queda una vez que tu mente cesa su incesante diálogo consigo misma. Eres lo que queda una vez te desprendes de tu "historia personal". Eso es lo que eres en esencia. Lo que siempre has sido.
La solución no es cambiar tu mente. Eso no va a pasar. Le mente, lejos de callarse, cada vez pide más. Es insaciable. Nada la satisface. Siempre estará pidiendo esto o lo otro para que "seamos felices". La solución es ir teniendo cada vez menos momentos "de pasado y futuro" en tu vida, y tener más momentos de "presente". Estar "presente" implica silenciar la mente, ya que ésta sólo sabe llevarnos constantemente al pasado (recordando traumas, culpabilidades, etc..) o al futuro (creando preocupaciones, anhelos, etc). En el momento en que estás "Presente", la mente detiene su protagonismo. Después, se trata de que estos momentos se vayan haciendo cada vez más extensos en tu vida, hasta que llega un momento en el que usas la mente sólo para lo que está ahí: para resolver problemas de la vida diaria, para recordar cosas importantes, o para realizar tareas en tu trabajo. Nada más.
Una vez entiendes que tú no eres lo que tu mente se empeña en decirte que eres, que esa identificación es falsa, empiezas a ver tus pensamientos de otra manera, sin juzgarlos, sólo observándolos. La mente luchará como una cosaca para que no perder su protagonismo, ese protagonismo que tantos años llevamos concediéndole en nuestra vida, y que en muchos casos nos ha llevado a acabar prácticamente encerrados en nuestra casa sin tener ni la menor idea de "quién soy yo?". Es normal que no quieras ni salir de casa cuando ni siquiera sabes quién eres. Cómo vas a ser capaz de enfrentarte al mundo, sin saber siquiera quién eres?? o, peor aún, cuando la idea que tienes de tu propio "yo" está basado en recuerdos o etiquetas negativas sobre ti mismo? es imposible. Es la locura total, y una sola emoción llena nuestra vida por completo: el miedo.
Todos, o casi todos, hemos tenido algún momento de "no-mente", o de presente: cuando vemos una puesta de sol y sólo nos centramos en lo que vemos, sin pensar "qué bonita"...no..simplemente la vemos y sentimos su belleza. O cuando estamos absolutamente absortos en cualquier cosa, por ejemplo escuchando una música que nos hace sentir. O cuando estamos dormidos, y sin soñar. Todo eso son momentos en los que estamos presentes. Son momentos en los que "somos".
Os preguntaréis: "vale, todo eso está muy bien, y creo intuir que lo que dices es cierto, de alguna forma siento que es cierto lo que dices. Pero, cómo hago para estar presente y acallar la mente cuando no sea necesaria para alguna actividad de la vida diaria?" Existen varias formas:
- Tratar de ser conscientes de cada cosa que hacéis. Por ejemplo, si estáis lavandoos las manos, concentraros en el agua que toca vuestra piel, en el olor del jabón...en el sonido del agua... si estáis andando, concentraros en vuestros pasos, en cómo sentís el suelo cada vez que lo pisáis... en definitiva, tratad de traer al presente cualquier cosa que estéis haciendo.
- Observar vuestros pensamientos. Sin juzgarlos. Simplemente, observadlos, escuchadlos. Veréis que surjen sin ningun sentido, aparecen de la nada y como vienen se van. Este ejercicio os servirá para ir entendiendo que vosotros, no sois vuestros pensamientos. Sois el OBSERVADOR de esos pensamientos. Esto es muy muy importante. Porque es la manera de que dejéis de identificaros con vuestra mente y entendáis que hay algo que está por encima de eso, algo que es lo que está observándolo todo. Vuestro "yo" esencial.
Existen más técnicas, pero no os quiero aburrir. Si hay alguien que lea esto, y haya sentido que lo que acabo de decir es cierto, que de alguna forma sabe en su interior que es verdad, y quiere profundizar más en el tema y hablar conmigo, puede mandarme un mensaje privado. Yo haré todo lo que pueda por tratar de explicaros este tema, para mí absolutamente apasionante y que creo que podría ayudaros a muchos de vosotros. No soy psicólogo, ni psiquiatra, sólo soy alguien que sabe lo que es sentirse vacío, sentirse un extraño en su propia vida, y al que le gusta intentar ayudar a otros.
un fuerte abrazo a todos.
Sergio.