un-amigo

Hola:

Me parece interesante sacar el tema de la tolerancia a la frustración, ya que me he dado cuenta de que en el fondo es un factor clave para el miedo en las relaciones sociales.

La tolerancia a la frustración la entiendo como en qué medida toleramos las cosas que no salen como queremos, si nos sentimos muy frustrados o poco.

Por ejemplo, un chico se acerca a una chica para decirle algo para llamar su atención e iniciar una conversación y la chica no le responde como esperaba.

El chico se puede llevar una desilusión y no volver a intentarlo, o bien no darle importancia, dejarlo para otro día, o acercarse a hablar con otra chica.

Creo que está relacionado también con las espectativas que tengamos. Si de antemano damos por supuesto que existe una posibilidad, mayor o menor, de que las cosas no salgan como nos gustaría, lo aceptamos y no nos importa, posiblemente nos frustre menos.

Es como el vendedor. Sabe que de 100 clientes que entren en su tienda sólo venderá algo a 20. El lo sabe y lo asume. Por eso no se frustra ni se viene abajo porque un cliente no compre nada. Sabe que sólo tiene que seguir haciendo su trabajo y que de cada 100, 20 le comprarán algo. Es matemática pura.

Lo mismo para las relaciones personales. Lo importante es intentarlo. Algunas veces irá bien y otras no. Las que no, nos olvidamos de ellas y ya está.

No sé, no tengo mucha idea y quizá esté mezclando conceptos distintos, pero a mí me han ayudado y servido.

Gabi

Creo que te capto aunque has mezclado cosas que no se si tienen mucha relación. Si aplicas el ejemplo del vendedor a lo de entrarle a las chicas, pensando que si entras a 100 quizas 20 te respondan bien, es posible que termines con fama de buitre o algo similar, y la chica que realmente te interese no quiera saber nada de ti (o quizas si), pero si a ti te da igual pues fantastico... depende de lo que busques en las chicas... yo diría que la tolerancia a la frustación vale para ciertas cosas pero para otras no tanto. Al final todo dependerá de tu verdadero objetivo.

Angi

Hola,me parece interesante este tema.

Pienso que es importante que ante una adversidad se tenga en cuenta que las cosas pueden salir bien o mal.El no ya está ahí.

Por ejemplo,hablar delante de la clase.Pensamiento anticipatorio a la ansiedad:
Me van a cojer nervios,se me va a entrecortar la voz,me voy a ruborizar,no interesará lo que digo y no me van a escuchar.

Caso A)Lo intentaré pero sé que saldrá fatal,resultado:ansiedad + saldrá mal.
Caso B)Lo intentaré y me saldrá bien.Y si no sale bien,no pasa nada,nadie se reirá de mi ni se va a caer el mundo por algo así,resultado:menor ansiedad,probablemente la situación resulte favorecida.
Caso C)No lo intento:evitación.Resultado:no enfrentarse al problema y el obstáculo seguirá ahí y sin resolverse.

Hay que intentar ir siempre por la B.Salga bien o mal,se ha de probar,que las cosas siempre pueden ir mejor.Y si no van,ya irán.

ARANXITA

yo también estoy de acuerdo en esto, para mi es esencial tolerar frustraciones de hecho tener más o menos tolerancia a la frustración te ayuda o te perjudica en la vida en general, por ejemplo yo mi gran problema es que he sido muy perfeccionista, por lo tanto como nunca me daba la opción de equivocarme mi tolerancia a la frustración era cero y me hundía a la primera de cambio,ahora intento aprender de los errores, solucionar las cosas y no verlo0 como una limitación y se que es clave porque desde que tengo más tolerancia a las frustraciones estoy mejor y cada vez mejor.Os pongo un capitulo interesante sobre la tolerancia a la frustración

FRUSTRACIONES
Cuando hay un impulso, un deseo, y la persona no es capaz de satisfacerlo, aparece entonces lo que en Psicología llamamos frustración. Que se manifiesta como un estado de vacío o de anhelo insaciado.
El proceso de madurez no es más que una larga carrera de obstáculos. A lo largo del desarrollo vital nos encontramos con numerosas barreras que impiden o dificultan la realización de nuestros deseos e impulsos.
La auténtica madurez se consigue cuando asumimos nuestras limitaciones. Cuando sabemos convivir con las frustraciones producidas ante acontecimientos insuperables. Cuando nuestras metas y objetivos se asientan sobre un plano real, relegando nuestras fantasías al campo de la ensoñación, sabiendo en todo momento que no somos dioses ni superhombres.
Muchos problemas vienen del mundo de las frustraciones que desencadenan en las personas comportamientos agresivos tanto hacia el exterior como hacia el interior, transformando al individuo en un ser antisocial o autodestructivo.
Una persona puede sufrir heridas psíquicas como consecuencia de un acontecimiento o situación que influye de forma negativa en su vida. Algunos acontecimientos de la vida pueden marcarnos de manera decisiva ya sea por la intensidad de ese acontecimiento ya sea porque se trate de alguien psicológicamente débil.
Por ejemplo, un desengaño amoroso puede hacer que una persona cambie de actitud respecto a las personas del sexo opuesto, puede producirse un distanciamiento afectivo o cierta desconfianza a la hora de plantearse la posibilidad de una nueva relación de pareja.
Los traumas pueden producirse a cualquier edad, aunque quizá la edad más frecuente sea la infancia y la juventud ya que son los periodos en los que personalidad no se ha configurado aún y cualquier acontecimiento puede influir de forma más decisiva.
Tampoco hay que pensar que determinados acontecimientos, como agresiones, humillaciones, abandono o pérdida, producen traumas de manera inevitable. La misma situación, puede influir de manera muy diferente en dos personas. Por ejemplo un suspenso puede motivar a un muchacho para estudiar más o cambiar su método de estudio, y puede también desmotivar por completo a otro que pierde la confianza en su capacidad para conseguir cosas por sí mismo.
De una experiencia dolorosa, unas personas aprenden, reflexionan y obtienen conclusiones positivas que les hacen por ejemplo más flexibles, tolerantes e incluso fuertes. Otras, sin embargo, se hunden y no ven salida.

ARANXITA

yo también estoy de acuerdo contigo y me parece muy bueno que saques este tema, para mi ha sido esencial tolerar frustraciones de hecho tener más o menos tolerancia a la frustración te ayuda o te perjudica en la vida en general, por ejemplo yo mi gran problema es que he sido muy perfeccionista, por lo tanto como nunca me daba la opción de equivocarme mi tolerancia a la frustración era cero y me hundía a la primera de cambio,ahora intento aprender de los errores, solucionar las cosas y no verlo0 como una limitación y se que es clave porque desde que tengo más tolerancia a las frustraciones estoy mejor y cada vez mejor.Os pongo un capitulo interesante sobre la tolerancia a la frustración

FRUSTRACIONES
Cuando hay un impulso, un deseo, y la persona no es capaz de satisfacerlo, aparece entonces lo que en Psicología llamamos frustración. Que se manifiesta como un estado de vacío o de anhelo insaciado.
El proceso de madurez no es más que una larga carrera de obstáculos. A lo largo del desarrollo vital nos encontramos con numerosas barreras que impiden o dificultan la realización de nuestros deseos e impulsos.
La auténtica madurez se consigue cuando asumimos nuestras limitaciones. Cuando sabemos convivir con las frustraciones producidas ante acontecimientos insuperables. Cuando nuestras metas y objetivos se asientan sobre un plano real, relegando nuestras fantasías al campo de la ensoñación, sabiendo en todo momento que no somos dioses ni superhombres.
Muchos problemas vienen del mundo de las frustraciones que desencadenan en las personas comportamientos agresivos tanto hacia el exterior como hacia el interior, transformando al individuo en un ser antisocial o autodestructivo.
Una persona puede sufrir heridas psíquicas como consecuencia de un acontecimiento o situación que influye de forma negativa en su vida. Algunos acontecimientos de la vida pueden marcarnos de manera decisiva ya sea por la intensidad de ese acontecimiento ya sea porque se trate de alguien psicológicamente débil.
Por ejemplo, un desengaño amoroso puede hacer que una persona cambie de actitud respecto a las personas del sexo opuesto, puede producirse un distanciamiento afectivo o cierta desconfianza a la hora de plantearse la posibilidad de una nueva relación de pareja.
Los traumas pueden producirse a cualquier edad, aunque quizá la edad más frecuente sea la infancia y la juventud ya que son los periodos en los que personalidad no se ha configurado aún y cualquier acontecimiento puede influir de forma más decisiva.
Tampoco hay que pensar que determinados acontecimientos, como agresiones, humillaciones, abandono o pérdida, producen traumas de manera inevitable. La misma situación, puede influir de manera muy diferente en dos personas. Por ejemplo un suspenso puede motivar a un muchacho para estudiar más o cambiar su método de estudio, y puede también desmotivar por completo a otro que pierde la confianza en su capacidad para conseguir cosas por sí mismo.
De una experiencia dolorosa, unas personas aprenden, reflexionan y obtienen conclusiones positivas que les hacen por ejemplo más flexibles, tolerantes e incluso fuertes. Otras, sin embargo, se hunden y no ven salida.

un-amigo

Sí. Lo veo como la otra cara de la misma moneda. Si aprendemos a que no nos afecten las cosas que no conseguimos, o las limitaciones en las relaciones sociales, disminuiremos el efecto de las experiencias negativas para poder afrontar nuevas situaciones.

Me han gustado mucho vuestras respuestas.