Dansaire, a mí me das envidia...
Me encanta leer y respeto muchísimo a los que se atreven a escribir para otros...
Me gustaría ser capaz de escribir cualquier cosa, disfrutando de ello como parece disfrutar él y, más aún, atreverme a dejar que otros lo lean... aunque no me engaño, durante toda mi vida escolar odié tener que escribir redacciones...
Pero, retomando el tema de las terapias, que es de lo que iba esto, la recomendación que me dió el psiquiatra, al que ví hace 20 días por primera vez, aparte de que me convenía tomar pastillitas para afrontar mi recta final hacia la mejoría... era que escribiera, escribiera y escribiera.
Me dijo que no era necesario que fuera ningún tipo de historia, ni mi vida, ni nada especial, ni siquiera era necesario que se lo enseñara a nadie... pero que intentara de vez en cuando ponerme delante de un papel y escribir cualquier cosa que se me ocurriera en ese momento... buena o mala.
Ya anteriormente, a sugerencia de mi psicólogo, llevaba bastante tiempo escribiendo las "ideas malas"; él sólo lee el resultado si yo quiero y para mí ha sido una gran ayuda en situaciones graves de "emergencia emocional" (cuando consigo el valor para escribir).
Me explico para el que quiera intentarlo: cuando estaba muy deprimida
, a punto de sufrir un ataque de pánico
o que tuviera cualquier momento o situación que afrontar particularmente estresante o inmovilizante
, en el que no hacía más que dar vueltas y vueltas a los mismos pensamientos angustiosos, el mejor modo de conseguir una auténtica "parada de pensamiento" (como dice mi psico) para "limpiarme" la cabeza de pensamientos irracionales, era ponerme a escribir en ese mismo momento todo lo que estuviera pasando por mi cabeza, tuviera sentido o no; estuviera triste, rabiosa, llorando; estuviera en el tren o incluso en el trabajo...
Digamos que se trataba de "pensar por escrito", sin analizar previamente la idea, ni cuidar la ortografía, ni la expresión, ni nada, tan sólo escribir los pensamientos tal cual salieran hasta que se agotaran...a veces eran sólo unas frases, otras tardaba pocos minutos y en otras ocasiones podía escribir 8 páginas... y aunque no disfrutaba para nada escribiendo, una vez que conseguía ponerme delante del papel y comenzar, conseguía aliviarme mucho y poder volver a pensar en otra cosa o volver a concentrarme en el trabajo...
Después de ello, si yo quería podía releerlo o no, y si yo quería se lo dejaba al psicólogo... parece una tontería, pero así me fueron saliendo muchísimas cosas que tenía atascadas sin saberlo y sobre las que pudimos ir trabajando para mejorar...
Luego está lo que tengo que escribir a petición expresa de mi psicólogo, al que conozco desde hace 5 años, aunque no he estado todo ese tiempo en terapia ni mucho menos... tan sólo cuando yo me he visto peor.
Básicamente él emplea el método cognitivo-conductivo, en el que tienes que escribir en qué momento sucedió la situación que te activa, qué pensabas tú, qué crees que pensaban los demás... y después refutar de modo consciente y coherente esos pensamientos que, la gran mayoría de las veces (por no decir siempre), son ilógicos.
Tampoco disfruto cuando escribo eso pero, por propia experiencia, me parece un método muy válido tanto para la depresión en general como para la FS, situaciones ambas que (cruzando los dedos) parece que estoy yendo por buen camino para superar...
(sí sí, por favor, no quiero volver atrás...)
Y por último, también para conseguir rebajar la tensión y encontrar en mi interior los puntos claves a trabajar y afrontar, empleo la autohipnosis, que aprendí yo sola con un libro y que luego mi psicólogo me ayudó a mejorar.
Bueno, después de todo este rollo os dejo.
Saludos a todos.