Una versión un poco radical de las cosas.
Hay millones de personas que valoran su vida al morir y dicen que mereció la pena, lo que quiere decir que no es todo tan extremo como se pinta. No se puede dramatizar todo como si estoy fuera el infierno para cada ser, ya que no es cierto. Intentemos ser algo objetivos y coherentes.
Y las personas que valoran la vida no opinan ni mucho menos que el transito por la tierra sea algo que no se debe vivir.
Lo egoísta es estar mal y pensar que nadie tiene derecho a la vida. Alégrate de que otros disfruten y valoren este mundo, no metas a todos en el saco tampoco.
El problema es tu punto de vista, que te hace mirar con tristeza, angustia y miedo todas las vidas, de todos los seres, sin duda es una mera distorsión personal. Ponte quizás en el lugar de una persona que ha tenido una vida normal o buena y pregunta a esa persona si comparte tu opinión.
Un padre, que se le pueda llamar padre ha de querer lo mejor para sus hijos. Da su vida por ellos, nada que ver con el egoísmo, nada, nada.
La vida es naturaleza, el instinto nos impulsa a darle curso, a dar vida, a comer, a beber, a procrear y nadie es malo, ni peor. Tú respiras y a mi eso no me parece mal, ni debería nunca juzgarte por ello, ni te juzgo. No me juzgues a mi por ser padre tampoco.
Una planta tira la semilla y nadie la juzga, una flor se viste como es y a nadie le parece mal, lo que indica que la distorsión es problema personal, es el reflejo del dolor de cada uno. Si tu vida fuera mejor opinarías maravillas de la vida, pero la niebla cubre tu vista y hablas de terminar con la raza humana por mero capricho personal. Intenta entonces ponerte en el lugar de los demás, vive y deja vivir.
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