Realmente no sé si me gusta viajar, pero lo anhelo. Es un sueño o quizá una herramienta que se ha creado en mi mente para escapar de la cotidianeidad, del asfixio de las cuatro paredes de todos los días, de la ausencia de sensaciones más arriba de mi cintura.
Tengo muchísimas ganas de viajar, pero muchos más miedos tengo, los cuales tapan de forma diligente esas ganas. Quizá algún día me revele y salga por ahí.
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