Cita:
Iniciado por gargamel
Intento encontrar un poema que hable sobre La Argentina, pero más bien se me cruzan varios poemas sobre Buenos Aires u otras provincias. Mi intención era colocarlo aquí como ya lo hicieron otros con sus respectivos paises.
Mi país... Depende mucho de qué se esté hablando específicamente. Amo a mí país por sus artistas; por sus deportistas; por sus relieves y sus climas; por sus mujeres!!!
Todas estas cosas me hacen sentir muy bien de ser argentino. Pero no "orgulloso", realmente no me gusta esa palabra.
Sentir orgullo de ser nativo de un país es ser Chauvinista.
chovinismo.
(Del fr. chauvinisme, patriotismo fanático).
1. m. Exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo extranjero.
Y la verdad, es que no soy fanático de nada, ni aunque quisiera. El fanatismo es una de las cosas que lleva al hombre a violentarse contra el que es diferente. Y eso es detestable.
Soy argentino, pero antes que nada habito el planeta tierra.
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ROSAS (1829 - 1849)
CANTO GENERAL
PABLO NERUDA
Es tan difícil ver a través de la tierra
(no del tiempo, que eleva su copa transparente
iluminando el alto resumen del rocío),
pero la tierra espesa de harinas y rencores,
bodega endurecida con muertos y metales
no me deja mirar hacia abajo, en el fondo
donde la entrecruzada soledad me rechaza.
Pero hablaré con ellos, los míos, los que un día
a mi bandera huyeron, cuando era la pureza
estrella de cristal en su tejido.
Sarmiento, Alberdi, Oro, del Carril:
mi patria pura, después mancillada,
guardó para vosotros
la luz de su metálica angostura
y entre pobres y agrícolas adobes
los desterrados pensamientos
fueron hilándose con dura minería,
y aguijones de azúcar vinatera.
Chile los repartió en su fortaleza,
les dio la sal de su ruedo marino,
y esparció las simientes desterradas.
Mientras tanto el galope en la llanura.
La argolla se partió sobre las hebras
de la cabellera celeste,
y la pampa mordió las herraduras
de las bestias mojadas y frenéticas.
Puñales, carcajadas de mazorca
sobre el martirio. Luna coronada
de río a río sobre la blancura
con un penacho de sombra indecible!
Argentina robada a culatazos
en el vapor del alba, castigada
hasta sangrar y enloquecer, vacía,
cabalgada por agrios capataces!
Te hiciste procesión de viñas rojas,
fuiste una máscara, un temblor sellado,
y te substituyeron en el aire
por una mano trágica de cera.
Salió de ti una noche, corredores,
losas de piedra ennegrecida, escaleras
donde se hundió el sonido, encrucijadas
de carnaval, con muertos y bufones,
y un silencio de párpado que cae
sobre todos los ojos de la noche.
Dónde huyeron tus trigos espumosos?
Tu apostura frutal, tu extensa boca,
todo lo que se mueve por tus cuerdas
para cantar, tu cuero trepidante
de gran tambor, de estrella sin medida,
enmudecieron bajo la implacable
soledad de la cúpula encerrada.
Planeta, latitud, claridad poderosa,
en tu borde, en la cinta de nieve compartida
se recogió el silencio nocturno que llegaba
montado sobre un mar vertiginoso,
y ola tras ola el agua desnuda, relataba,
el viento gris temblando desataba su arena,
la noche nos hería con su llanto estepario.
Pero el pueblo y el trigo se amasaron: entonces
se alisó la cabeza terrenal, se peinaron
las hebras enterradas de la luz, la agonía
probó las puertas libres, destrozadas del viento,
y de las polvaredas en el, camino, una
a una, dignidades sumergidas, escuelas,
inteligencias, rostros, en el polvo ascendieron
hasta hacerse unidades estrelladas,
estatuas de la luz, puras praderas.