Hola, qué tal. Acabo de entrar en esta página y leer tu mensaje. A mí me pasa exactamente lo mismo. La primera vez que fui consciente fue cuando estaba en COU y la profesora de lengua me dijo: ¡Anda, si se está poniendo roja!. Desde entonces hasta ahora (que tengo 32 años), no he dejado de hacerlo ante situaciones en las que soy el foco de atención, incluso en reuniones familiares. Yo siempre he sido algo tímida, pero nunca había tenido problemas para relacionarme. Pero ahora como sé que me voy a poner roja, no digo muchas cosas que diría si supiera que no iba a pasar nada. Sería mucho más participativa en las conversaciones, haría más payasadas ... Lo peor es que la gente tiene una idea de ti totalmente equivocada.
Me ha estado informando y el problema es totalmente físico. Simplemente nuestro sistema nervioso autónomo se excita más fácilmente que el del resto. Lo que ocurre es que ésto deriva en una fobia a ponernos rojos, y ya se convierte en algo psicológico. La única solución es operarse, pero a mí esa operación sinceramente me parece una barbaridad, porque estás alterando un mecanismo natural, aparte que el nervio controla también la refrigeración del cuerpo. Tiene muchos efectos secundarios.
Yo creo que lo único que podemos hacer es intentar no darle tanta importancia a ponernos rojos, hacer una broma de ello, porque la gente se fija más si intentas disimilarlo que si tú mismo dices que te estás poniendo rojo, o que
eres así, como el que es alto o bajo. Aunque sé que ésto es complicado.
Un abrazo a todos los colorados de este mundo!