En que se está convirtiendo mi vida, en que me estoy convirtiendo yo.
Noto que voy cambiando y me asusta, porque no veo que mejore lo que tiene que mejorar y siento que empeora lo que no conozco o intuyo que es malo.
Todo cambio que ahora me proponga es para mi un suplicio llevarlo a cabo, aunque no llega ni a ser algo, algo bueno o malo porque no llego siquiera a empezarlo. Necesito buena monotonía, creo en la monotonía para llegar ha hacer algo, ha ser algo. El conocimiento requiere esfuerzo, constancia.
Todo es empezar, se dice, claro que sí; ese esfuerzo de empezar es posible pero si se tiene un objetivo, aunque aun este un poco turbio se aclarara con la monotonía a través del conocimiento. Pero y si no se tiene un objetivo;
¿Eso es lo que ahora tengo que buscar?.
Si ahora me pusiese a ello acabaría frustrándome más, porque no quiero lo convencional, no quiero conformarme con ser algo, no me hace falta ser algo para los demás; no lo necesito, lo que me hace falta es ser algo para mi mismo. No quiero ser guapo, pues implica de alguna forma a los demas, tampoco ser rico, o famoso, pues también de alguna forma implica a los demás.
Ahora no quiero reconocimiento, tal vez luego y si esto sigue así me acomode a la sociedad y a sus costumbres, buenas o malas, pero por ahora y aun estando con el juicio sano, me gustaría aprovechar esto último para crearme a mi mismo.
Tal vez si llegara a acostumbrarme a ese tipo de vida, puede que fuera feliz, pero sería con una falsa felicidad, y el hecho que implica el saber que es una falsa felicidad, provocaría mi infelicidad.