Ojalá la soledad se resumiera en una simple desesperación, hay ansiedad, también corroe el alma, oxida la mente, los movimientos se vuelven lentos, los colores opacos, el sabor pierde su intensidad y los sonidos se convierten ruidos de fondo, momentos en los cuales se tergiversan recuerdos (me ha pasado), hay quienes creen que la soledad es posible meditar todo mejor, tal vez así sea en quienes llevan una rígida disciplina y se entrenaron para entrar en soledad, pero cuando en nuestra paradójica sociedad, cada vez nos aislamos aún cuando estamos rodeados de gente.
Pies para que los necesito si tengo alas para volar
En ocasiones lo tomo como una resignación y veo la soledad como una melancólica aliada en un perenne sueño, queriendo abrazar un paulatino suicidio descubriéndome de noche y dejar que el frío me invada en todo mi cuerpo, suelo engañar mis sentidos, acariciar mi cara aprovechándome de la oscuridad y pensar que no soy yo el que se acaricia sino otra persona, mentirme a mi mismo, soy el mejor en eso cuando abrazo la almohada en las noches, me hago creer que con gotas de lágrimas haría crecer flores sin el sol y únicamente solo las hago marchitar por lo amargo de ese líquido.
Para la soledad es mejor una botella de whisky, pero suele traicionar
La soledad es típica en quienes tenemos el mismo trastorno mental, se supone que no tendría que angustiarme pero a veces me rebasa, parece irónico que entre más salgo, mejor me vea, más me ocupe de mi presente, haga mucho mas ejercicio que cualquier época de mi vida, esté igual de aislado que siempre, a veces me dan ganas de tirar la toalla pero no lo hago porque con cada campanada hay un round siguiente y aunque sepa de antemano que no voy a ganar quiero permanecer de pie hasta el final.
Toma éstas alas rotas y aprende a volar
Solo encuentro la infinita paz cuando sueño, jugando en lugares atemporales, en donde puedo correr y gritar, en donde puedo ver no solo con mis ojos sino también con mi corazón, en donde toco las cosas y me resplandecen con su tibieza, un solo brinco toco nubes y agachándome recorro mares, cuando de repente caigo en el suelo, cansado, pesado, desangrándome, sintiendo como de mi brota algo mas que sangre, pierdo calor, siento frío y a pesar de que mi respiración está agitada por fin puedo cerrar en paz mis ojos, siento que puedo sonreír. Por fin regresaría a la tierra que me expulsó.
Pinta con luz la silueta de tus ilusiones
A nadie le deseo la soledad, solo entro en contacto con la realidad cuando veo lo pequeña y desquebrajada familia que queda o cuando me ocupo de mis labores, mi error es soñar demasiado. Ojalá tuviera un sitio al cual le llamara hogar para enterrar mis manos en la tierra y oler la húmeda hierba.
¿la soledad les hace abrazar banales sueños?