Yo creo que en mí la racionalidad alcanza límites irracionales, y las emociones me desbordan por completo. Es extraño y contradictorio... Una combinación destinada al desastre...
Por una parte, soy demasiado emocional, los sentimientos guían mi vida prácticamente, todo me afecta e importa mucho, despierta mis sentidos y mis emociones, no lo puedo evitar. Quiero demasiado a las personas...
Por otra parte... yo siempre he pensado que la fobia social estaba en el afan por racionalizar demasiado. No sé, el perfeccionísmo excesivo, pensar mil veces en lo que voy a hacer o decir antes de hacerlo, pensar demasiado en cada una de mis acciones, en las consecuencias de cada cosa mínima, en lo que piensan los demás de mí, darle mil vueltas a todo, querer tenerlo todo controlado y pasarme el día pensando y pensando... en lugar de actuar de forma impulsiva.
La razón me frena muchísimo a la hora de mostrar lo que siento y lo que soy, no me atrevo a hacerlo... porque mi "razón" me lo impide, así como me impide también seguir muchos impulsos emocionales... en forma de falta de atrevimiento. Mi razón es mi cobardía. Mi razón es mi fobia social...
La amalgama de emociones rige mi vida y mi razón filtra y analiza con dureza todas esas emociones, impidiendo que sean mostradas, o sólo en una proporción mínima, por miedo... y a la vez, todos esos miedos y condiciones de mi razón que me hacen reprimir lo que siento y guardarlo bajo mil candados, son irracionales y desproporcionados.
Así, mi vida es un caos y lo que siento la mayor parte del tiempo es confusión, indecisión e incertidumbre...
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