Yo sufrí de un acné bastante severo en la adolescencia; me duró prácticamente una década en su estado más grave, aún hoy con 29 años, me quedan resquicios bastante evidentes en el cuello, y sobre todo en la espalda.
Consulté a un dermatólogo que me recetó unas cápsulas muy potentes; el caso es que el efecto que me produjo fueron heridas y póstulas en cara y cuello, sequedad en piel y algún que otro efecto secundario... no me quitaron el acné, lo único que consiguieron fue que pasara de ser un chico tímido a alguien tremendamente depresivo, incapaz de sostener la mirada de nadie, por temor a ver su reacción al verme. No es que fuera el monstruo de Frankenstein, pero para un adolescente, en su etapa de instituto es un golpe muy jodido, del que aún hoy no he conseguido recuperarme.
Considero que mi situación actual, de soledad y fobia, se debe a aquel fatídico momento en que aparecieron los primeros granos. Lo normal es que esa etapa pase, pero la mía fue bastante grave, y aún me dura hoy día. No he vuelto a la playa desde entonces, hace 15 años, por miedo a descubrirme. Soy incapaz de sostener la mirada de una mujer precisamente por ese motivo, porque aún hoy, me veo como aquel adolescente.
Lo más gracioso de todo, es que hace años, cuando atravesaba una etapa buenísima en la que apenas se notaban, tendría unos 23 años, había levantado bastante cabeza, estaba contento, y había conseguido trabajo... pues entonces con esa edad, cogí una varicela, también severa, que me tuvo en cama dos semanas; claro, perdi aquel trabajo, estuve meses sin salir de casa, y la depresión aún me dura hoy día... pero bueno, son tantos años deprimido que ya hasta me hace gracía
Con mi suerte, cogeré un sarampión u otra cosa algún año de estos, total, ya que más da; creo que me queda un sitio libre en el codo para acomodar unos "vistosos" granos... que no decaiga