Más cositas. Creo que, pese que a veces a ojos ajenos pasamos por gente ensimismada, antipática y que va a su puñetera bola, en líneas generales puede ser que caigamos bien habida cuenta de una -perniciosa- tendencia en el fóbico a buscar (en algunos casos perdidos, mendigar) la aprobación de los demás.
Además, la soberbia, la altanería y la desconsideración, que suelen ser causas comunes de repulsa y vilipendio, son facetas que todo buen fóbico que se precie sabe camuflar con bastante destreza. Lo cual no quiere decir que no las tenga, por supuesto
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