Sinceramente, no deja de ser una frase, como otras tantas, cuya máxima suena bien aunque sea de un vacío intelectual difícilmente digerible.
Mi opinión es que una persona que se ama (coincido contigo en observar más apropiado este verbo) dudo mucho que necesite amar a más, porque satisfacer las propias apetencias es de por sí un trabajo muy arduo y complicado. ¿Cómo queda tiempo y ganas para dedicarlo a otros?
Más bien, la realidad implica lo contrario: quiere a los demás y te querrás a ti mismo. Una panfilada tremenda, pero a tono con el espíritu colectivizante que reina.
Tal circunstancia se ve refrendada por las intenciones que tiene la frase de marras. Cuando alguien te da este consejo, suele referirse a imponerte "deberes"
, los cuales te hagan más seguro, más sociable y más atractivo, ello facilitará relacionarte con los demás, llegando a querer y ser querido. Te lanzan un guante para que te enfrentes a un combate donde puedas lograr un objetivo final, consistente en la amargura de tu existencia: la carencia de afecto. Muy pocas personas te dicen que no hay mayor amor que el que nos podemos dar nosotros mismos, que si te amas, ¿para qué el reconocimiento de los demás?
Para finalizar, mencionas tu carácter enamoradizo para cuestionar el enunciado. Para mi gusto, yerras porque eso de enamorarse no significa que uno realmente ame, aunque suene contradictorio. Enamorarse es un modo de enajenación, de capricho, de deseo sexual, de requerimiento perentorio de atención por parte de una persona que ha captado tus sentidos. Amarse es algo más importante, es ser consciente de tu valía como individuo (venga va, o de otras personas
) lo que implica ser merecedor/a de un gran bienestar
.