Pues no lo sé tío, porque yo hace tiempo que estoy muerto. Ahora, eso sí, tuve unas pompas fúnebres preciosas con música de Gustav Mahler, incineración y esparcimiento de cenizas en el Mediterráneo. Todo muy bien y muy discreto, ni un solo sollozo, incluso quiero recordadar alguna risilla contenida, pero qué le vamos a hacer, no se le puede caer bien a todo el mundo.