SEXO, dichosa palabra; malditos instintos, maldita líbido.
Un compañero de trabajo, 20 años mayor que yo, y con quien tengo confianza me ha dicho que el tiempo perdido (tengo 29) "se recupera". Espero que tenga razón, no obstante con palabras como éstas me lleno nuevamente de deseos (casi reprimidos durante unos años) y los deseos dan lugar a obsesiones, pensamientos parásitos, frustración.
Maldita prisión libidinosa.