Hace unos meses mi mente era una tormenta y por fin, después de tanto tiempo, sentí que necesitaba ayuda profesional, por lo que acudí con un psicólogo. Total, que al final fui y al salir de ahí no pude evitar sentirme como un estúpido. Le había contado mis cosas más personales (cosas que nunca antes había pronunciado en voz alta) a un tipo que se limitaba a mirarme con cara seria, como si fuese mejor que yo. Pero lo más interesante es que al final de la sesión me sentí manchado, impuro, "violado", como si hubiese mostrado una parte de mí que solo es mía, que nadie más debería ver.
Quizás lo que más me incomodó fue que el psicólogo me preguntase de la nada (entre un cerro de preguntas de mal gusto) "¿te masturbas?". Fue la cosa más WTF del mundo .___. Joder, todavía me da asco cuando lo recuerdo.
También el tipo contestó el celular cuando sonó a media sesión, mientras yo estaba hablando. Eso me cayó como una patada en los huevos, aunque lo disimulé (como siempre, soy un experto portando máscaras).
Lo peor de todo es que al final me dijo que necesitaría unas "cuatro o cinco sesiones más" para saber que hay en mi cabeza, lo cual sería un montón de pasta para él a cambio de solo quedarse sentado mirándome, mientras yo contaba mis cosas más personales. Me despedí como si nada y jamás volví. Y fue lo mejor que pude haber hecho.
Ahora la "terapia" que sigo es la de escribir todo lo que siento en un diario personal que tengo en mi iPad, bloqueado con dos contraseñas impenetrables. El punto de esto es el desahogarte en el papel virtual escribiendo todo lo que sientas, puede ser una frase o diez hojas, pero tienen que ser honestas. Gracias a este ejercicio he podido sentirme mejor, comprenderme y conocerme.
Quizá es por la generación de la que soy, pero no me siento cómodo escribiendo mis cosas personales en el papel físico. Siento que cualquiera podría leerlo. Al menos en un diario electrónico puedo bloquear todo con contraseñas, mantenerlo seguro en la nube y tener más confianza a la hora de escribir, sabiendo que nadie me va a leer.
Es gracioso, pero el papel es la mejor terapia que conozco. Me entiende, no me cobra por sesión y sé que no me juzgará.
Si no tienen pasta para pagarse un psicólogo, o les da vergüenza ir, o (como en mi caso) esas mierdas no les funcionan, les invito a que prueben escribir en algún diario todas las cosas que sienten. De verdad sirve.
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