He estado pensando en algunas. Deberían haber ocurrido en una época que ya está más que enterrada para muchos (la adolescencia).
El primer paso lo hemos dado (casi) todos: fijarnos en un chico/a. Vale, pero a partir de aquí es
terra incognita:
- Que se fije en mí. Sentir su mirada.
- Declararme (o que se me declare)
- Ir a recogerla a su casa (o que venga a la mía)
- Pasear cogidos de la mano.
- Estar toda una tarde en su habitación, en la intimidad (¡el tiempo en suspenso!)
- Reírme y llorar a su lado.
- Pasar el día en la playa. Bañarnos.
- Invitarle a comer/cenar a un restaurante.
- Dormir juntos. Besarla. Abrazarla. Amarla.
Vamos, lo típico de las parejas jóvenes. ¡Y pensar que para ellos es rutina!
No quiero decir que no se pueda lograr, pero esa mágia de la adolescencia... ya no volverá.
Saludos