Para la mayoría de gente puedo ser considerado aburrido ya que no suelo tener los mismos gustos o interés que posee el vulgo, en especial, los jóvenes de mi edad que tan pendientes están de ir a fiestas, emborracharse, ver su Facebook y cojudeces similares. De igual modo, como es posible notar por lo anteriormente dicho, yo considero sumamente aburridas e insoportables las conversaciones de muchos de mis congéneres.
Imagino que lo ideal sería conocer personas con las que compartir intereses y una personalidad similar; no obstante, aún más importante que esto es procurar no encontrarnos aburridos nosotros mismos; y, en este punto, admito que me encuentro a mí mismo sumamente interesante.