Hola amigos, mi nombre es Jaime y también he pasado por el infierno rojo (yo lo llamaba así).
Me he puesto en contacto con vosotros para aseguraos que es posible salir y de ello doy fe. Y si yo he podido, puede salir cualquiera que se lo proponga.
Mi historia se parece mucho a otras que he leído aquí y en otros foros, solamente decir que la primera vez que me puse colorado fue hace diez años aproximadamente, en el trabajo, por una tontería; y desde aquel momento inicie mi andadura por este camino tan agobiante.
Lo he pasado mal, muy mal, pero ahora ya veo la luz y creedme si os digo que estoy viendo el color del cielo. (Espero no ponerme ahora azul
)
Yo estoy saliendo de este pequeño infierno dando unos pasos y con un poco de suerte:
Lo primero que hice es informarme por los medios que tenía a mi alcance (con Internet) de que era lo que me pasaba y cual era el enemigo con el que me tenía que ver las caras. Rubor y Vergüenza Fue la primera y luego en los foros como este.
Una vez que las cosas estaban más claras, lo siguiente que hice fue darle la importancia que el problema tenía en realidad y la verdad es que le reste bastante importancia. (El enemigo se quedó mucho más pequeño.)
Yo estaba entonces más tranquilo, pero aún quise estarlo más y use técnicas muy simples de relajación, tales como respirar pausadamente y relajar los músculos del cuello o simplemente esbozar una pequeña sonrisa cuando me cruzaba con alguien que conocía y sobre todo pensar que yo era tímido y que eso no era nada malo, ni los demás lo veían como algo malo, sino al contrario.
Claro que me puse y me pongo a veces colorado, pero ya no me importa tanto ni me quedo tirado en esos baches, me levanto y sigo andando. Disfruto de cada avance por muy pequeño que sea y lo saboreo como el néctar de los dioses.
Aunque parezca mentira, (después de lo que he pasado) a veces cuando me sonrojo, me siento bien, me siento orgulloso de ser vergonzoso, de haber estado en este infiernillo y haber salido, de ser un pielroja con unas ganas locas de hacer el indio y si yo he podido vosotros también podéis.
Un saludo y gracias amigos:
¡Jau!