Cada uno es libre de hacer lo que mejor le parezca o más le convenga en un momento dado. Lo que para mí es bueno puede que para otro sea malo.
Yo creo que para llegar a tener esas amistades de las que hablas, de las de verdad, se ha de pasar por un proceso, no llegan así como así. Se es conocido, la afinidad crece, llega el afecto y como resultado se tiene una relación de amistad en la que se está para todo, para lo bueno y lo malo. Porque se ha estado en ambos casos.
A mí me gustaría tener gente con la que salir y no tener que preocuparme de nada, solo divertirme, sabiendo que son gente con la que pasármelo bien y ya, y luego amigos con los que también divertirme (claro
) pero para los que estar y que estén... Aunque no sólo rechazaría cierta gente, sino que rechazo las personas que no me son afines porque ¿para qué pasar tiempo con personas con las que no tengo de qué hablar?