Bueno quería contar algo que me pasó el fin de semana en Córdoba-Argentina.
Si bien ya estoy acostumbrado a viajar solo por cualquier lado en este caso me ocurrió algo bastante particular cuando salía hacia el aeropuerto; el caso fue que al tomar el medio de transporte urbano desde la Capital de Córdoba hacia el aeropuerto me pasé muchos KMs del destino en cuestión y sólo llegué a darme cuenta cuando se me empezaba a hacer tarde y le pregunté chofer cuanto tiempo faltaba para llegar a lo que me respondió en tono áspero que ya me había pasado hace rato del destino.
A todo esto me bajé en medio de una ruta sin saber que hacer ya que mi vuelo estaba por irse y no había gente, taxis ni nada que me pudiese llevar de vuelta para atrás. Solamente atiné a caminar y caminar hacia atrás hasta que llegué a un paraje donde vi un a una persona que venía de un pueblito de por ahí. La cuestión es que amablemente me aconsejó hacer dedo para que me llevasen al aeropuerto.
Le contesté que era un tipo de ciudad y que me era muy difícil sino imposible subirme o parar cualquier auto que pase por la ruta para que me llevasen a donde quería.
En la desesperación tuve que hacerlo ya que no me quedaba otra alternativa y para mi sorpresa paró el primer auto que llamé.
Es de destacar y a esto quería llegar que mi aspecto era el de un indigente por lo mucho que había caminado bajo el sol. Además de estar todo sucio,sudoroso,nervioso, cansado, sediento,despeinado,etc. una pareja de ancianos pueblerinos se ofreció amablemente a llevarme. Como mis habilidades sociales son un asco me costó mucho mantener una conversación agradable aunque no parecía tampoco importarles en absoluto mi aspecto.
Al pasar por un peaje no dejaron que les pagase una parte siquiera del mismo y luego al llegar al aeropuerto no contentos con dejarme arriba de un puente me llevaron hasta dentro del mismo.
Finalmente llegué justo a tiempo aunque el vuelo en realidad se demoró en salir :p
Ahora con esta historia a lo que voy es que mi pensamiento en caso inverso hubiese sido "No voy frenar ni levantar a este indigente" y seguiría de largo. Caso contrario, de haberlo levantado me hubiese puesto muy nervioso en los momentos de silencio, pensando en que de algún momento a otro podría ponerme un arma en la cabeza.
Anteriormente a este suceso ya venía de un mal día ya que me habían estafado, tratado ásperamente varias personas y el destino quiso que me encontrase con una compañera de trabajo que no solamente me gusta sino que me acompañó hasta la estación, paseamos un poco pero mi timidez pudo más y solamente atiné a despedirme como quien se va hacia un lugar muy lejano para nunca volver (¿La Soledad?).