Recuerdo verle algún partido en el Heliodoro Rodríguez López (estadio del Tenerife), era bastante seguro, aunque no jugó mucho. De todas maneras, lo importante es lo que comentaban al principio, a veces pensamos que la vida de los deportistas (y sobre todo de los futbolistas) es maravillosa, olvidándonos de los sufrimientos que son innatos a nuestra existencia.
Perdió a una hija, no sé si se puede superar este sufrimiento, porque con personas sin lazos de sangre tan fuertes a mí se me hace cuesta arriba. No faltará quien diga que su incapacidad para superar su depresión fue un acto de cobardía. La empatía es algo de lo que carecemos con demasiada frecuencia.
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