Fui a cruzar la puerta para entrar a clase cuando observé que venía una compañera un tanto rezagada. Espere gentilmente y cuando estuvo a mi altura la invite a pasar.
Ella se paro en seco y entonces me dijo muy seria:
-Pasa tú
Yo puse la típica sonrisa del que no sabe que esta pasando e insistí:
-no, no, adelante.
A lo que ella me respondió enfadada:
-¿crees que necesito que me sujetes la puerta? lo que haces es machista.
Ahí mi expresión cambió. Asta entonces no me había planteado la posibilidad de que el gesto de hacer pasar primero a la dama pudiera ser considerado machista.
Ahí comenzó una discusión muy interesante, que de paso sirvió de excusa para no entrar en clase, que podría decir que en cierto modo cambio mi manera de entender muchas cosas.
Ella me hablo de costumbres a su juicio sexistas como retirar la silla para que se siente la chica en el restaurante, servirle primero, abrirle la puerta del coche, invitar en una cita, acompañarle asta la puerta del portal.
Ella hablaba de equidad de trato porque las mujeres habían dejado de ser meros agentes pasivos de la sociedad, no eran muñecas débiles a las que cuidar, eran capaces y exigían ser tratadas como tales porque << todos somos iguales >>
Me pregunto si yo le retiraría la silla a un amigo, le dije que no lo haría, que tenia razón, pero evite sacarle un << pero >>. Es cierto que no le retiraría la silla, pero !!Tampoco le besaría en la boca!! ....pero eso no le dije, le deje seguir hablando porque me aportaba una perspectiva de la realidad de genero enormemente interesante.
Creo en la justicia con mayúsculas, en el respeto más allá de la simple palabra, y he expresado orgulloso mis simpatías hacia los pueblos nativos americanos, los explotados, los desfavorecidos....pero asta que no hoy hablar a aquella chica nunca llegue a entender hasta que punto el tema de su lucha por las mujeres era importante....y justa.
Como es lógico sabia que existía el machismo y lo criticaba, pero definitivamente no lo entendí hasta aquel día. Las mujeres no eran las compañeras del hombre, eran sujetos independientes, validos, útiles, y productivos que demandaban el reconocimiento de su rol que desempeñan en el desarrollo de las sociedades, así como su derecho a escribir su destinos.
eso me dio mucho que pensar después, porque me di cuenta de algo un tanto desalentador.
No puedo saber que siente una mujer hasta que ella no me lo cuente porque no soy una mujer, e incluso después de que ella me ilustre, el ejercicio de empatía debe ser grande. yo sentiré en el momento su razón y su lógica, me pondré de su lado y ofreceré mi apoyo, pero nunca sabré como es su sentimiento y continuare mi vida cotidiana olvidando que su pelea es constante, mientras que mi interés se limita a momentos puntuales.
Esto es lo que me hizo entender que un blanco debe tener el mismo problema a la hora de enfrentarse a todo lo relacionado con el racismo.
Antes de aquella charla me enfadaba que los blancos -no todos, evidentemente- no fueran capaces de entender que un negro es negro veinticuatro horas al día, que el racismo no es que te pequen una paliza unos nazis, sino que te hagan sentir incomodo en el día a día cuando entras a una tienda o intentas parar a una señora para preguntarle por una dirección. Ellos no podían sentirlo y entenderlo como yo por la sencilla razón de que ¡¡ NO SON YO!!
Esta es una de las revelaciones más tontas y a la vez más importantes que he tenido nunca.
El mundo no gira entorno a nosotros, la gente no puede meterse en tu cabeza para ver que piensas y como estas, si queremos que los demás lo sepan debemos mostrárselo, porque el camino de sentarse a recrearnos en nuestra incomprensión llega a ninguna parte, bueno si, a la frustración y la <<autocompadencia>>