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23-sep-2009
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Esta bien que digas lo que sientes, pero no hay que pasarse al otro lado, un punto medio estaria bien
Todo el mundo quiere ser querido por los demas, eso es lo que tienes que perder. Muchos de esos malos solo son malos porque asi son admirados y respetados por los demas.
Mi consejo es que no huyas de ellos sino que los afrontes
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Última edición por SolomonKane; 23-sep-2009 a las 08:04.
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23-sep-2009
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Última edición por Agotada; 20-mar-2011 a las 19:18.
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23-sep-2009
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No creo que nuestra cura y felicidad esté en decir todo lo que uno piensa.
No estoy de acuerdo en que se deba decir todo lo que se piensa porque muchas veces es cruel. Puedes pensar de alguien: vaya mala cara tiene hoy.... que mal está haciendo eso... yo lo haría mejor... ha engordado mucho desde que lo vi... parece que no esté bien de la cabeza... como me aburre lo que me está contando... Y no lo vas a ir diciendo, que ganas con eso? hacerle daño a la otra persona?? nosotros, como fóbicos sabemos lo que puede doler una crítica de esas aunque sea verdad. . Eso es ser un bocazas y maleducado.
Además, la gente, que está acostumbrada a vernos siempre tan modositos, cuando les contestas un poco se lo toman como una puñalada, porque no se lo esperan, lo típico en nosotros sería callar y alabar para caer bien... Una critica de esas ya no nos la perdonan nunca, en cambio si lo suelta otro que siempre está criticando, lo aceptan mejor.
Lo que si estaría bien sería decir lo que tenemos que decir cuando no hablamos por miedo. Una idea, una opinión, una defensa ante alguna injusticia... expresarlo de manera libre, de forma que nos de igual lo que piensen los demás. Y por supuesto reivindicarnos tal y como somos y no dejar que nadie nos pise. Igual perderíamos algunas relaciones, pero de aquellas que no merecen la pena. Por ejemplo de que nos sirve mantener una relación en la que siempre somos el pañuelo, el perrito, o la víctima del otro?
Si los "débiles" nos pusiesemos a decir lo que pensamos... uff... nadie se espera eso de nosotros...
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23-sep-2009
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Cita:
Iniciado por simbad2
¿Conoceis la frase: "sólo se puede ser libre cuando no tienes nada que perder"?.
¿Qué tememos perder?. Respondiendo a esa pregunta sinceramente diría que fundamentalmente lo que no quiero perder es la imagen de mí mismo que los demás tienen de mi. Es decir, no quiero perder la aprobación de los demás. Mi impresión es que mi personalidad se ha moldeado para ser lo que los demás esperan que sea. Es así de duro. Vivo amarrado a las cadenas de las opiniones ajenas. Y no aguanto más.
Siento que llegará un día cuando que se colmará mi paciencia y estallaré de la manera más extrepitosa. Estoy harto de poner buena cara, de aparentar lo que no soy, de aguantar a gente que no soporto, de ser quien no soy, de intentar caer bien, de simular ser un ignorante para ser aceptado, de no decir lo que pienso cuando quiero decirlo. Estoy harto de tantas cosas. De verdad que tengo muchísima agresividad fuertemente reprimida.
Pero pasan los años y ese día parece no llegar nunca. ¿A alguien de vosotros os pasa esto?. De verdad que daría lo que fuera por ser tan valiente como para decir lo que pienso en cualquier momento. Creo que la única libertad verdadera pasa por decir y vivir la verdad en todo momento. Mi verdad está en mi interior pero tengo miedo a expresarla. Tengo a la verdad reprimida, machacada, humillada, a imagen y semejanda de cómo me tiene a mi sometido la sociedad. Soy un cobarde y estoy harto de serlo.
¿Qué pasaría si un día me levanto y empiezo a decir lo que pienso en todo momento?. Mucha gente se enfadaría conmigo, de eso estoy seguro. Aquí sentado, en la oscuridad de mi habitación, esta idea me resulta muy atractiva e incluso me veo capaz de realizarla. Pero en cuanto me enfrento con las situaciones sigo reaccionando como el mismo cobarde de siempre. De entrada, si tuviera el valor para hacerlo, reivindicaría mi derecho a ser como soy. Mi derecho a no ser lo que se espera de mi. Les diría, a esos que me tildan de enfermo mental, de bicho raro (por supuesto, siempre a espaldas mías porque en realidad son unos cobardes), que se pueden ir todos a tomar por el culo. Que no los necesito para ser feliz. Se lo diría así, literalmente. Uff, que felicidad más grande y que descanso sentiría al hacer eso. Simplemente el acto de imaginarme ese hecho me hace sentirme mejor.
¿Qué pensais vosotros?. ¿Qué pasaría si empezaramos a reivindicarnos tal y como somos ahora?. A decir que somos como somos y que nadie tiene derecho a humillarnos ni a decirnos que somos bichos raros. ¿Qué pasaría si empezáramos a tener confianza en nosotros mismos?. ¿Qué pasaría si empezáramos a hacer que nadie no pise?. ¿Qué pasaría si mandáramos a la mierda a toda esa gente que nos hace infelices y que tenemos que soportar simplemente por guardar las apariencias?. Seguramente muchos de nosotros nos quedaríamos muy solos, pero..... ¿ACASO NO LO ESTAMOS YA?. Mejor solo, valiente y libre que solo, cobarde y esclavo de la opinión de los demás.
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no hay nadie que diga lo que piensa a no ser que este loco, es mas diria que los demas piensan lo que dicen los demas.
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23-sep-2009
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Estáis embrollando el tema filosofando sobre cuestiones muy interesantes, pero que no aportan nada a la cuestión que nos ocupa. Claro que la mentira es necesaria porque si no, la sociedad se hundiría. Claro que es muy difícil saber quienes somos realmente y lo que significa ser veraz y ser auténtico. Todo eso es muy interesante y muy profundo, pero es que todo eso da igual, no vamos a esperar a resolver todos los misterios para empezar a ser decididos. Cuando pensamos "nunca digo lo que realmente pienso" estamos expresando una cosa más sencilla que todo eso, estamos expresando el sentimiento de humillación que resulta de ceder ante la presión de los demás, es simplemente eso lo que deberíamos plantearnos cambiar, y eso quiere decir ser un poco más agresivos. No volvernos unos locos furiosos, tampoco es eso.
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23-sep-2009
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Cita:
Iniciado por berenice1984
Es que no se trata de decir lo que se piensa, sino lo que se quiere decir, de ser auténtico, no un bocazas.
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jaja, muy bueno berenice. Has dado en el clavo. Muy muy buena tu reflexión.
Saludos.
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23-sep-2009
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Hola. Me gusto mucho tu escrito, y es que sería genial si pudieramos empezar a sentirnos libres y decir todo lo que sentimos a las personas asi seamos juzgados u criticados. Sin miedo a estar solos, a tener que hacer lo que los demás nos piden para poder tenerlos a nuestro lado. Que increible será el día en que podamos hacerlo sin miedo ni restricciones.
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23-sep-2009
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Cita:
Iniciado por simbad2
¿Conoceis la frase: "sólo se puede ser libre cuando no tienes nada que perder"?.
¿Qué tememos perder?. Respondiendo a esa pregunta sinceramente diría que fundamentalmente lo que no quiero perder es la imagen de mí mismo que los demás tienen de mi. Es decir, no quiero perder la aprobación de los demás. Mi impresión es que mi personalidad se ha moldeado para ser lo que los demás esperan que sea. Es así de duro. Vivo amarrado a las cadenas de las opiniones ajenas. Y no aguanto más.
Siento que llegará un día cuando que se colmará mi paciencia y estallaré de la manera más extrepitosa. Estoy harto de poner buena cara, de aparentar lo que no soy, de aguantar a gente que no soporto, de ser quien no soy, de intentar caer bien, de simular ser un ignorante para ser aceptado, de no decir lo que pienso cuando quiero decirlo. Estoy harto de tantas cosas. De verdad que tengo muchísima agresividad fuertemente reprimida.
Pero pasan los años y ese día parece no llegar nunca. ¿A alguien de vosotros os pasa esto?. De verdad que daría lo que fuera por ser tan valiente como para decir lo que pienso en cualquier momento. Creo que la única libertad verdadera pasa por decir y vivir la verdad en todo momento. Mi verdad está en mi interior pero tengo miedo a expresarla. Tengo a la verdad reprimida, machacada, humillada, a imagen y semejanda de cómo me tiene a mi sometido la sociedad. Soy un cobarde y estoy harto de serlo.
¿Qué pasaría si un día me levanto y empiezo a decir lo que pienso en todo momento?. Mucha gente se enfadaría conmigo, de eso estoy seguro. Aquí sentado, en la oscuridad de mi habitación, esta idea me resulta muy atractiva e incluso me veo capaz de realizarla. Pero en cuanto me enfrento con las situaciones sigo reaccionando como el mismo cobarde de siempre. De entrada, si tuviera el valor para hacerlo, reivindicaría mi derecho a ser como soy. Mi derecho a no ser lo que se espera de mi. Les diría, a esos que me tildan de enfermo mental, de bicho raro (por supuesto, siempre a espaldas mías porque en realidad son unos cobardes), que se pueden ir todos a tomar por el culo. Que no los necesito para ser feliz. Se lo diría así, literalmente. Uff, que felicidad más grande y que descanso sentiría al hacer eso. Simplemente el acto de imaginarme ese hecho me hace sentirme mejor.
¿Qué pensais vosotros?. ¿Qué pasaría si empezaramos a reivindicarnos tal y como somos ahora?. A decir que somos como somos y que nadie tiene derecho a humillarnos ni a decirnos que somos bichos raros. ¿Qué pasaría si empezáramos a tener confianza en nosotros mismos?. ¿Qué pasaría si empezáramos a hacer que nadie no pise?. ¿Qué pasaría si mandáramos a la mierda a toda esa gente que nos hace infelices y que tenemos que soportar simplemente por guardar las apariencias?. Seguramente muchos de nosotros nos quedaríamos muy solos, pero..... ¿ACASO NO LO ESTAMOS YA?. Mejor solo, valiente y libre que solo, cobarde y esclavo de la opinión de los demás.
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La cuestión, tal y cómo yo lo veo, es:
Por qué tengo que mostrarme *siempre* tal y como soy realmente? No creo que cualquier fulano al que acabe de conocer tenga porqué verme tal cual soy. Eso tendrá que ganárselo si quiere y si se dan las circunstancias para ello. Sólo las personas que a mí me da la gana que sepan cómo soy realmente lo sabrán.
El resto, por qué tiene que ver cómo soy? Para ellos seré simplemente una persona cordial y educada, sin mayores pretensiones.
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26-sep-2009
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Uf; tendría tanto que escribir en este hilo... Intentaré desarrollar por partes.
Respecto a lo de decir siempre lo que se piensa. Creo que hay que llegar a un equilibro en saber diferenciar entre lo que es importante, y lo que es banal. Por ejemplo, yo odio el fútbol, pero cuando sacan la conversación -lo típico: Barça contra Madrid- no pongo mala cara y empiezo a decir que tienen todos un encefalograma plano, por hablar de lo que yo considero sandeces; simplemente sigo la corriente haciendo notar que me la suda y no tengo ni idea. En cambio, en política, defiendo mis ideales, porque me informo y mi opinión no se basa en tópicos.
En cuanto a despreciar al que no soportamos; creo que hay que aprender a convivir con el que opina diferente o no congenias por carácter. No hay que empezar a mirar con cara de perro y hacer gestos despectivos; simplemente mantener una relación amable y cordial. Un «Hola; que tal» por cortesía no hace daño, y, si no te devuelve el saludo, el que queda mal es él, por maleducado e inmaduro. No se trata de hipocresía, es una cuestión de respeto al prójimo, por muy alejado de nuestro concepto de la vida en el que se encuentre.
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26-sep-2009
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En mi caso decir lo que pienso no es ningún mérito, he nacido así. Una de las consecuencias es que espanto a cualquier persona insegura que busque un espejo amablemente distorsionado en el que reflejarse.
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