Hace poco parecía que ya había superado mis complejos con las redes sociales (en especial Facebook), pero dejé de usarlas más o menos como una semana; pues salí de vacaciones con unos familiares. Durante la semana, ni siquiera entraba a internet, no porque lo evitara intensionalmente sino porque no había conexión a internet y no consideraba urgente ingresar; durante ese tiempo me dediqué a leer, y lo disfruté bastante, ya que casi nunca tengo tiempo. El problema fue cuando regresé a casa: Evitaba a toda costa abrir el Facebook y el What's App, pese a que esta última no me causaba tantos problemas, pues en esta red social la competencia de popularidad no alcanza los niveles de Facebook y me sentía cómodo.
No me descontrolo tanto somáticamente como antes y puedo controlar mejor los pensamientos negativos que me surgen al abrir Facebook, aunque sigo envidiando profundamente a aquellos con una vida perfecta y que reciben tantos likes y comentarios alabatorios como si fuesen estrellas de Hollywood. Aún así, parecía que era capaz de abrirlo e ignorar todo eso; Ahorita evito hasta el What's App. Igual puedo entrar sin sentirme tan ansioso, pero el problema principal es que los evito, siempre buscando alguna excusa tonta ¿Algún consejo?