A mí la verdad es que nunca me pasó algo así. Más bien todo lo contrario, siempre me tuve mucha confianza en todo lo que tiene que ver con los estudios.
Pero eso sí, soy coherente y puedo darme cuenta de cuando no sé algo y necesito estudiar, o cuando realmente no tengo de qué preocuparme.
Tampoco nunca me llevé un chasco.. Es más siempre superé mis expectativas, muchas veces apenas esperaba aprobar y resultaba que conseguía una de las mejores notas =/
Leyendo lo que les pasa a ustedes puedo notar una diferencia importante: La poca importancia que le doy a las notas. Como decía antes, muchas veces no me preocupaba por conseguir más que aprobar con lo justo.. y al final acababa sorprendiéndome del resultado.
Seguro ese punto es crucial: La relajación, la tranquilidad. Estamos hablando claro de exámenes escritos, ya que los orales por suerte no tuve más desde la primaria y los odiaba, claro
Esa tranquilidad está basada en la seguridad que tiene uno sobre lo que sabe. Es todo lo contrario a dudar. Tan seguro hay que estar como para asegurar que la consigna puede estar equivocada en vez de desconfiar de nuestro criterio (me a pasado).
Por supuesto que para lograr esto
hay que saber y entender realmente. No es sólo una linda actitud...
Con respecto a los trabajos para entregar.. Soy un auténtico desastre
Los dejo siempre para último momento después de postergarlos y postergarlos.. Es que odio tener que ponerme a hacerlos. Claro que al final los entrego, mediocres pero los entrego
Espero poder ayudar en algo, al menos desde una perspectiva opuesta.