Bueno para evitar confusiones, aclaro que expongo este tema desde el respeto, y la tolerancía que se merecen las personas y sus distintas tendencias sexuales.
A continuación expongo el problema; Por mis andaduras por Internet muy a menudo me encuentro con hombres que se interesan sospechosamente por mi, obviamente yo voy buscando la atención femenina, pues bien en un 100% de los casos esos tios sueles ser gays, y de esos 100% un 100% tarde o temprano acaba chantajeandome de una u otra manera para que le envié fotos eróticas de mua.
En principio ese era el problema, y de fácil solución; no entablar conversación. El caso es que me he dado cuenta de que siempre que hay un gay en un grupo de amigos, este acaba haciendo que otros del grupo se odien.
Para aclarar este punto, expondré un ejemplo propio:
Este verano como todos los anteriores, empezaba con cierto aire esperanzador, pues por Internet empece a conocer a un grupo de personas, todo iba relativamente bien. Como es de esperar y aún más por Internet, mi desconfianza me mantenía con cierto recelo a mostrar fotos propias.
De buenas a primeras entra un gay en el grupo, este empieza a pedirme fotos, y yo obviamente prefería esperar un tiempo más hasta ver que no había malas intenciones. Pues el problema empieza cuando este individuo decide tomárselo como algo personal, como una meta (conseguir mis fotos). Ahí empiezo a dudar muchísimo de las intenciones que tenía, obviamente tanto interés y visto los personajes que hay en Internet era de esperar que esas fotos acabarían en manos equivocadas. El caso es que empezó a tacharme de troll, y a poner a todos en mi contra, a hacer que los demás sintiesen miedo hacia mi, hasta que al fin según él, todos decidieron, utilizar otra forma de comunicación, la cual yo no tenía posibilidades de acceder.
Obviamente por culpa de un individuo no voy a generalizar, casos parecidos en los que he intentado conocer a amigos de un gay han acabado de forma similar, lo que me lleva a pensar que este tipo de personas, son muy controladoras, manipuladores y dispuestos a hacer cualquier cosa por satisfacer sus...digamos, "instintos".
Y esa es la historia de como casi salgo de casa, otro verano más.
Un saludo.