Esto me suena
Cuando estudiaba tenía la suerte de que las navidades llegaban demasiado pronto y terminaban demasiado tarde. En la facultad, si podía no iba el primer día después de vacaciones de Navidad porque así me ahorraba los típicos comentarios de: "qué hiciste en nochevieja?", "me pillé un pedo tremendo ¿y tú?", "qué bien en el cotillón, ¿estuviste en alguno?",... Ahora en el curro digo que a mí no me gustan las navidades y escurro el bulto de una manera lamentable
Las preguntas típicas de la familia de "venga sal", también me eran comunes, y llega un momento en el que cuando propia gente te dice para quedar a cenar o a hacer algo te niegas, como una especie rara de autoprotección. Pensaba que seguro que ellos estaban pensando que no tenía amigos y aprovechase la oportunidad como si fuese un desesperado, pero yo pasaba.
Lo peor es mi tía, que con 60 años se ponía a hablar de fiestas como si fuese una adolescente. Además, a veces te cortaba la conversación. En serio, me ponía de los nervios con sus comentarios hirientes. Si no le tenía que aguantar bastante cuando come (hace un ruido, que no sé como lo hace, pero es realmente desagradable xD) o cuando venían ella y mi abuela a casa por Navidades, y tenías que aguantarlas 2 días, que se me hacían eternos, que si porque jugaba a los videojuegos, que si deja que tu abuela vea la tele, que si dale más croquetas a tu abuela. Hasta los cojones terminaba de la abuela y de la hija
Y luego, el momento que más a gusto estabas te soltaba la típica frase: "no sales a dar una vuelta?". La gota que rebasaba el vaso. Y claro por no decirle a la cara unas cuantas cosas y que preferías quedarte en casa antes que estar relacionándote con gente super radical con la que no tengo mucho en común, pues sacaban tu lado oscuro y reaccionabas enfadándote o de una manera irracional. Y para rematar la faena, después de estar cabreado te saltaban con: "qué niño es, juega a los videojuegos, se pilla cabreos como de niño". Tela marinera.
Eso sí, hay casos en los que se ve claramente que cuando te preguntan no es por hacer daño. En esos casos, con la familia, hay que armarse de valor y contarles las cosas como las ves tú para que te entiendan y te hagan sentir más confortable. En otros hay gente que de verdad va a hacer daño. Cuando te preguntan: "qué hiciste en navidades?" y tú tratas de escurrir el bulto, cambiando de conversación. Y siguen preguntando. Y vuelves a desviar el tema. Y te siguen preguntando. Y si están delante de más gente mejor que mejor. Tratan de humillar. Ahora a mí ya no me humillan más. Eso lo tengo clarísimo, y es una lección que aprendí hace unos años ya. No soy menos que nadie. Siendo modesto me considero superior, bastante superior como persona, a la media de la sociedad.