Soy un tío de treinta y muchos, y a mi también me cuesta relacionarme con la gente.
Soy muy tranquilo, hablo poco, pienso que no tengo nada interesante que contar, y me cuesta sobre todo hablar con gente de mi edad.
Con gente más joven me resulta un poco más fácil. También Odio hablar por teléfono.
He visitado una psicóloga durante unos meses, y la verdad es que a mi me ha ayudado mucho. Ya me cuesta mucho menos hablar, y me atrevo a hacer cosas
que hace unos años nunca podía haber hecho.
Hace 2 meses me apunté en un foro en internet, y poco después organizaron una quedada en mi ciudad.
Cómo estaba muy solo en ese momento y lo estaba pasando bastante mal, me obligué a ir a esa quedada, y me encantó.
Había mucha gente, y la gente era muy amable y tenían historias muy interesantes que contar. Desde entonces ya hemos quedado otra vez, y la segunda vez también lo he pasado genial.
Creo que obligarme a ir a esa primera quedada es lo mejor que he hecho en mucho tiempo, Y creo que tenemos que obligarnos a hacer ese tipo de cosas para entrenarnos a relacionarnos con otra gente.
El sábado pasado había otra quedada de otro grupo, en otra ciudad cerca de donde vivo. Y decidí ir a esa también. Noté que ya no me ponía tan nervioso, y que me costaba mucho menos entrar en el bar donde habíamos quedado. Y otra vez lo pasé genial. Habíamos quedado a las 9 de la tarde, y hemos salido todos juntos hasta las 5 de la mañana.
Un chaval del grupo se encontró con dos amigas en un bar, y las presentó al resto de la gente.
Y desde el primer momento me gustaba mucho una de esas chicas. Ella empezó a hablar conmigo, y era muy amable y muy simpática. Muy pocas veces pasa esto, que se tiene una conección muy buena con una persona desde el primer momento. Estuvo a mi lado casi toda la noche, parecía interesada en mi, hasta hemos bailado un par de veces juntos. Le conté que no conocía a mucha gente en la ciudad donde vivo, y me dijo que podía salir con ella y sus amigas cuando quería.
Al final de la noche la acompañé hasta la puerta de su casa, y me dio su número de móvil. Era un momento un poco difícil, porque no sabía muy bien como despedirme de ella.
Luego, cuando llegué a casa, le envié un mensaje, y me contestó diciendo que se lo había pasado muy bien.
Y ahora viene lo más difícil, claro. He pensado mucho en ella estos 2 días y me gustaría contactarla, pero sé que me va costar muchísimo. Ya me pongo nervioso sólo de pensar que me gustaría llamarla. El problema es que no sé lo que piensa ella de mi. Parecía muy interesada en mi, pero ya me ha pasado otras veces que me equivocaba en las señales que yo pensaba recibir de una chica. Otro problema es que no tengo ni la menor idea de la edad que tiene. Olvidé preguntarlo y me parece que tiene que ser bastante más joven que yo.
Sé que me voy a arrepentir si no la llamo, pero no sé si voy a ser capaz de hacerlo.
por qué tiene que ser tan difícil?
Un abrazo.