Hola a todas/os, soy nueva aquí. Les he estado leyendo. Comparto las opiniones anteriores respecto a que no debes tomarle tanta importancia a tu comportamiento.
Les cuento que conosco personas muy sociables y super dicharacheras, que siempre están metiendo la pata, pero su actitud es tan fresca pero tan fresca, que allí radicaba el éxito de su gracia... Recuerdo que un día llegó al trabajo con resaca, diciendo que se moría de verguenza de lo que le había pasado en la discoteca esa madrugada... resulta que sólo quedaban cuatro gatos en la disco y ella que quería seguir bailando y tomando, los amigos la llevaban del codo hacia la salida y ella que gira para volver a la pista de baile... y suaaa... que se va de narices y se cae en el centro de la pista de baile... Ese fin de semana estaba nuevamente bailando en esa disco... y como si nada. Y ella es de las personas que así como sabe sufrir se sabe pasar la gran vida... jajaja... es muy buena... pero bien crazy.
Una piensa... ehh.. que esta flaca no tiene sangre en la cara... es una sinverguenza.
; pero regio, resulta que esa forma de ser la hace tan simpática.
Yo tuve problemas muy similares a los que narran aquí, por lo que creo que tengo Fobia Social, pero en mi caso es la específica. Hace un tiempo tenía el problema de no saber como actuar ante los demás y evaluaba al milímetro mi actuación, ya yo me estaba hartando de esa obseción que resultaba en ansiedad.
Un día escuché un consejo muy bueno. Conversando con una de mis hermanas sobre el comportamiento de las personas, me dijo: "Sé como eres y punto". Se me quedó muy grabado. Otra cosa que alguna vez escuché fué: "Nadie puede adivinar tus pensamientos, ni saber lo que estas sintiendo". Por tanto, esta garantizado que lo que yo tenga dentro no lo saben.
Desde entonces lo que hago es, en vez de estar analizando mi comportamiento, analizo el comportamiento de la otra persona, esto me distrae y no estoy pendiente de mi misma. Lo que los demás piensen de mí ya no me importa. Importa lo que yo pienso de mí, y porsupuesto tengo muchas cosas buenas. Lo primero es: no deseo jamás el mal a nadie. No critico, ni juzgo, ni mal interpreto. Me gusta observar a la gente. Y eso sí, una linda sonrisa de corazón, te abrirá las puertas sin necesidad de abrir la boca y decir palabra.
Saludos.