Quizás sea chocante para algunos leer sobre muertes o suicidios, o intentos de suicidio.
De eso trata justamente este tema.
He leído que muchos sienten que su vida no tiene sentido y se plantean seriamente el suicidio, quizás ya sabrán de alguien que lo ha llevado a cabo.
¿Habrá alguno que lo haya intentado?
Yo sí, y en dos ocasiones. La primera fue mi intento más fructífero por decirlo de algún modo: 9 días en coma, unas semanas en cama y tildada para siempre como loca.
La segunda vez fue un intento bastante impulsivo, iniciado por la rabia y sin planear: me rompí dos costillas y tuve muchísimos moretones, rasguños y la certeza de que mi vida andaba mal... muy mal.
Después de mis dos fallidos intentos, he dejado de plantearme la posibilidad de morir.
No lo volvería a intentar. No sólo porque no haya logrado mi propósito, tampoco porque haya sufrido demasiado dolor físico, ni porque tenga una vida agradable ni sea más feliz que antes.
!Nada de eso! sino al contrario, siento que mi vida está más jodida que antes, soy más retraída y consciente de mí misma. Me doy cuenta de lo terrible que ha sido toda mi vida, mi torpeza social; problemas familiares y todas las humillaciones y el bullying que he sufrido.
Ahora tengo terror a la muerte, saber que podría morir me angustia más que el hecho de vivir esta porquería de vida.
Y lo peor de todo es que mis razones son otros temores peores: como que el día de mi funeral nadie se presente, que sólo vaya mi familia, o los pocos ex-compañeros o amigos de mi familia. Y noten que fui una pobre antisocial y sientan lástima de mí.
Seguramente aparecerá un discurso de buena niña,responsable, buena estudiante...
y nadie podrá decir,"que buena amiga era", que divertida chica, alegre y simpática. "Por los buenos momentos que vivimos juntos bla bla bla..."
Todos comentando " por qué hay tan poca gente", ¿dónde está su novio? ¿quienes son sus amigos? oops, entonces no tenía amigos, pobrecita.
No podría soportarlo así... seguramente no tendría un descanso en paz porque seguiría pensando en lo que los demás pensarían de mí.
Definitivamente no quiero ser recordada como la chica sin amigos, la loquita, la depresiva.
Este miedo del qué dirán me ha salvado la vida, no sé si agradecerlo o putearlo por mantenerme en una vida que no quiero vivir.
(Sí, hoy tengo más pena que nunca)