Me sentía solo, pero estaba motivado. Iba a reventar todas las cadenas a mordiscos si hacía falta, iba a desenfundar mi tizona y a abrirme paso hasta la felicidad aunque tuviera que desgarrarme todos los músculos y desangrarme por el camino. Iba a ser una hazaña épica. Iba a ser liberador. Iba a ser muchas cosas.
Abrí una cuenta aquí como parte del proceso, pero como a un muchacho en su primera singladura la tormenta me venía grande.