Cita:
Iniciado por Auto-Obstáculo
Buscar el bien para tu pareja y al mismo tiempo buscar el tuyo propio son situaciones que están unidas por un tira y afloja. Qué difícil es encontrar ese equilibrio donde se solapan el quererla a ella con el quererte a ti mismo. A veces pienso que no soy la persona que le conviene a ella y tampoco las situaciones derivadas de la relación son las que más le convienen. Tengo miedo a que no sea feliz conmigo debido a las renuncias que ha tenido que hacer en pro de lo nuestro. Me gustaría saber si alguno de vosotros está inmerso en ese mar de dudas, y si sabéis como dilucidarlas. Es la complejidad de las relaciones humanas… ¿El amor tiene un porcentaje de egoísmo? O se puede formular al reves ¿El amor tiene un porcentaje de generosidad absoluta? La cuestión es dónde están esos difusos límites…
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No tengo dudas a este respecto: solamente hay que amar a una persona y ésa es...efectivamente, uno mismo
. Cuando
Groucho Marx en una de sus célebres frases dijo aquello de que el matrimonio es una buena institución para todo aquél que le guste vivir en una institución debió hacerlo extensivo al conjunto de relaciones "amorosas".
Yo hago una proposición bastante sencilla, si el amor significa goce todo aquello que lo convierte en tortuoso es rechazable. El intento de transformar un sufrimiento objetivo en un deleite subjetivo (e irracional) no es de recibo. ¿Quien más te quiere más te hará llorar? Al amparo de tan desdichado refrán muchos crímenes se cometieron. En un plano menos dramático, el dolor por una limosna de cariño se puede considerar degradante.
Es bastante triste que tu (ese posesivo, ese posesivo...
) pareja se haya visto obligada a hacer renuncias por ese compromiso que tiene contigo, igual de amargo que te sientas mal por ello.