Bueno, yo considero que es un hecho que existen personalidades que encajan -más o menos- con la descripción que se da; me parece hasta evidente el proceso por el cual es motivado un comportamiento crónico semejante: Ver la desgracia ajena distrae y alivia el sentir de la desgracia propia, y al contrario; observar la dicha ajena corroe al desgraciado. Unido a eso, el victimismo se dedica a llamar la atención para resguardarse en la compasión de los demás.
Me siento como un cavernícola abriendo cocos a piedrazos
, porque un análisis serio de un asunto tan interesante como este requeriría mejores conocimientos en psicología. De todas formas, hablando desde la experiencia al conocer a personas "tóxicas" en el sentido dado -aunque honestamente la palabra es desafortunada, burda e inútilmente agresiva-, pueden reconocerse sin mucha dificultad aquellas motivaciones: traspasar un sentimiento negativo y/o inspirar lástima para recibir el consecuente consuelo.
Está bien, es humano querer sentirse acompañado en la desgracia, desear que otros lloren nuestras penas con nosotros. Es humano necesitar aliento, comprensión, apoyo. Pero como pasa con muchos otros trastornos psicológicos, el problema existe cuando ese comportamiento se magnifica y vuelve crónico; cuando la persona no hace más que sabotear la felicidad de sus cercanos, cuando permanentemente se muestra miserable y merecedora de lástima. Puede que muchos hayan tenido la suerte de no conocer a nadie así y por eso tantas protestas (aunque como mencioné antes sobre lo de "tóxica", es verdad que el planteo está hecho de forma desagradable), pero me parece bastante razonable que así como existen personalidades que inspiran y cautivan, también existan otras que deprimen y generan rechazo (justificado). Yendo más lejos, "tóxicas" también pueden considerarse a las personas agresivas o narcisistas, y creo que nadie en su sano juicio -exceptuando masoquistas- justificaría soportar agresiones y descalificaciones porque "hay que ser empático" (aunque no sería descabellado encontrar relaciones estrechas entre esos rasgos y los anteriores... ¿no es una agresión egocéntrica el transmitir desdicha a otros solo para no sentirse el único desdichado?).
Confieso que, en parte, lo que entiendo de estos comportamientos no viene solamente de observar a otros, sino también de examinarme a mí mismo en esos momentos en los cuales, ahora puedo decirlo, actuaba de manera "tóxica".
Ahora, la parte en la que se decide qué hacer frente a una persona así es algo muy delicado y que depende del vínculo que nos una con ella, a mí también me resulta chocante eso de: "Desecha a todo el que no te sirva". Es complicado delimitar hasta dónde hay que mirar por uno mismo y hasta dónde tener consideración por los demás, además de que resulta muy cobarde demonizar a las personas que actúan de forma "tóxica" (la misma palabra en sí ya es una forma de demonización, como si lo hicieran a propósito, por el puro afán de causar daño) en vez de esforzarse en comprender los motivos que le llevan a comportarse así, porque a la vista está que esa persona no es feliz. Si se trata de alguien que nos importa, mas que desecharla por tóxica e inútil habría que buscar la forma de ayudarle con sus problemas de fondo, o al menos tenerle alguna paciencia, la justa que permita protegernos del daño que puede hacernos pero que a la vez no vaya en contra de nuestra sensibilidad humana.