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Yo lo que creo, al menos en España, es que algunas personas jóvenes (y no tanto)… salvo que les guste la juerga y sean personas extrovertidas… como no hemos sufrido tanta discriminación ni nos han metido en la cárcel por ir con alguien de nuestro sexo, ni nos han dado palizas, y en general no hemos vivido la represión de las generaciones anteriores… no terminamos de entender tanto orgullo por algo que a nuestros ojos es tan natural (no me siento orgullosa por el hecho de respirar). No lo valoramos, porque no hemos tenido tanta dificultad ni hemos sufrido tanto.
Sobre todo yo, que ni siquiera soy les, la principal pareja que he tenido era un hombre, y a simple vista nadie sabe lo que me gusta o me deja de gustar. Y claro que hablo por mí y mi situación y la de gente que puede estar como yo. Obviamente, no digo que todos los homos/bis/trans/travestis de mi generación en adelante sean así, dependerá también de las experiencias personales y el ambiente de cada uno… los hay que todavía tendrán dificultades (aunque sean pocos). Pero desde hace pocos años, yo vengo viendo que no soy la única que siente cierto desinterés por el tema… no me opongo a la celebración, para nada y si conociera a alguien del ambiente que me invitase a acompañarle (siempre que no fuera alguien muy social, porque me marea ir con mucha gente) le acompañaría encantada.
Solo digo, que de mí misma no sale, que no lo siento, si alguna vez participo será por acompañar a alguien y para mí el motivo sería lo de menos, sería como ir a cualquier otra fiesta de mi ciudad. Porque no le doy tanta importancia a ser bisex, me siento tan orgullosa de eso como de cualquier otra cualidad de las muchas que tengo, y no me motivan especialmente las fiestas.
Pero respeto que quien quiera reivindicar lo que le hicieron a otros (o a ellos mismos) se deje el pellejo en ello. Me parece lógico que lo hagan, de la misma forma que no creo que por ejemplo a un negro le de igual todo lo que le hicieron a sus antepasados y entiendo que sigan luchando por la igualdad a pesar de que ya estén aceptados e integrados en la sociedad.
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