Ser realista no está reñido con el pesimismo o el optimismo. Al menos no necesariamente.
Pesimismo y optimismo aluden al futuro casi exclusivamente. Ante la incertidumbre de lo que está por venir, se puede tener la tendencia a esperar un futuro más negro o uno más brillante.
El realismo sirve, ante las proyecciones futuras, para tener una idea coherente de los sucesos que puedan acontecer en ese futuro y de sus probabilidades. Siendo realista se pueden vislumbrar la mayoría de los caminos posibles en los que puede seguir su rumbo la realidad presente. Pero no implica ninguna postura respecto a esa gran incertidumbre.
Si se es pesimista, se tendrá tendencia a preferir los caminos negativos como más probables que los positivos, sin tener ningún fundamento racional para ello. De forma contraria actúa el optimismo.
Ultra conocido por todos, el ejemplo del vaso de agua servido a la mitad. Pero como estamos hablando del futuro, se podría plantear así: el lanzamiento de una moneda a la suerte. Hay 50 % de probabilidades de que resulte en cara o seca. Suponiendo que se este obligado a elegir cara, el pesimista esperará que salga seca, mientras que el optimista esperará justo lo contrario.
Vemos que ser optimista o pesimista es más una predisposición emocional respecto a la incertidumbre del futuro, una conducta fundamentalmente irracional. Ciertamente no hay motivo para esperar ni lo uno ni lo otro, porque se conoce que hay las mismas probabilidades. Pero un sujeto que ante esa incertidumbre no espere ni se incline por nada.. es que no le importa el resultado. Lo de la moneda es algo trivial, a mi no me preocuparía esperar ninguna de las dos opciones, ¿pero y si algo grande dependiera de ello?. Hay muy pocas personas en el mundo (si es que las hay) a las que no les importa absolutamente nada lo que pase en su futuro.
Después de ser realista y conocer con frialdad la realidad de las posibilidades futuras, lo que conviene es una actitud optimista. ¿Para qué amargarse esperando a que ocurra lo malo, si lo bueno tiene las mismas posibilidades?
. Se sabe que
puede que no, pero se prefiere
creer que si.
Bueno, todo eso respecto al realismo, optimismo y pesimismo en cuanto al futuro incierto. Quedaría pensar sobre cómo tuercen esas visiones la interpretación que cada quién hace de la realidad presente.