Ahora que el foro se está desmembrando a ritmo exponencial, me pregunto si alguno de vosotros tiene la sensación de no haber aprovechado este lugar de la forma más enriquecedora que puede haber -a priori- que es haciendo amistades o, como mínimo, interactuado un poco más con sus integrantes, ya sea por iniciativa propia o de forma pasiva. Me centraré en esta última “modalidad”, por ser con la que me identifico -debido a mi forma de ser- y porque deriva en situaciones más pintorescas.
Supongo que habrá personas a las que dicho tema no les interese lo más mínimo, pero también habrá otras que en el fondo sí lo deseen y que paradójicamente cercenen tarde o temprano (y de forma casi sistemática) cualquier intento de acercamiento por parte de los demás por miedo a que penetren en sus vidas (porque se avergüenzan demasiado de ellas o por la sensación de que no tienen nada positivo que ofrecer a niveles más íntimos y a largo plazo), dando una falsa imagen de hostilidad, trolleo, traición e incluso, por qué no decirlo, de mala educación.
En cualquiera de los dos casos anteriores, lo más lógico y ético sería cerrar el perfil a cualquier mensaje entrante desde el principio para no herir la susceptibilidad de nadie ni hacerle perder el tiempo, pero, centrándome en el segundo caso, es posible que haya personas que alberguen la esperanza de, algún día, atreverse a devolver (o a continuar) las muestras de valentía y generosidad que en algún momento recibieron. El problema surge cuando pasan los días, las semanas, los meses o los años, y dichas personas continúan sin mover un ápice, aún sabiendo en su fuero interno lo que pueden estar perdiéndose y, desconociendo tal vez, lo que son capaces de ofrecer.
El resultado final es que esas personas contemplan cómo, el único sitio donde se han sentido identificadas con alguien en toda su vida, se va volatilizando delante de sus narices y saben que cuando éste desaparezca, se van a sentir más solas incluso que antes de llegar. Su proceso de coger confianza con los demás es más largo que la propia vida de un foro o de su estancia en él (vamos, igual que en la vida real).
Quizá, ver reflejado tus propios fantasmas interiores en los demás produce consuelo y al mismo tiempo cautela...
Si alguien se encuentra en esta peculiar situación no estaría mal que se asomara por aquí a comentar.