La zorra (mi progenitora) tiene una capacidad increíble para en una sola frase (“esta es mi casa y hago el ruido que quiero”) conseguir que se sepa de ella todo esto:
- Demostrar ser estúpida: es obvio que todos hacemos lo que queremos, la cuestión es que en función de eso caeremos mal o no. Además, poder hacer algo no justifica hacerlo: no le pregunto por qué puede hacerlo, sino por qué lo hace. No entiende eso, es retrasada. Además, si pretende caerme bien, no debería hacerlo, y si desahogarse de problemas estúpidos de una manera estúpida vale más que mi simpatía. Es estúpida.
- Caer mal: Le decía, “hacer lo que quieras tiene sus consecuencias” y aun así, seguió el camino de darle igual molestar a los demás injustificadamente. Luego se pregunta que por qué cae mal, e intenta imponer que le caigamos bien a la fuerza. Es subnormal, aunque eso ya es bien sabido. Consigue caerme mal, pero en el fondo no quiere eso.
- Ser mala madre: encima, para demostrar su poder, utiliza chantaje (cuando no, falacias de tipo "soy mayor y tengo más experiencia"), pero en el chantaje incluye una indirecta que significa que esta no es mi casa. “Esta es mi casa” da a entender “esta no es tu casa y sí la mía”, y por tanto que no comparte, sino que presta su hogar con su hijo estudiante. Eso es propio de malas madres. De todas formas, utilizar el chantaje de por sí, para “tener razón”, es propio de personas estúpidas que no saben argumentar el por qué de sus acciones.
- No saber argumentar el por qué de sus acciones denota o bien que es estúpida (que lo es), o bien que no quiere reconocer que no tiene ningún sentido lo que hace. Es decir, es orgullosa, lo cual es una de las consecuencias de ser estúpida.
- No tener autoestima alta, porque una persona con la autoestima alta habría interpretado desde un principio “¿Por qué haces tanto ruido?” como una sugerencia para dejar de hacerlo, y no un “eres pesada” (que lo es).
Por todo lo anterior, es una desgraciada en la vida. Además, aunque no tiene nada que ver con su fantástica frase, no se merece sus bienes materiales, sino que se los han dado gratis mis abuelos. Y es patético que eso único que tiene, que no se merece, lo emplee para hacer chantaje.
Así es veinte veces al día, cada día de mi vida. Respuestas incoherentes, abusos de autoridad, hacer ruido y molestar de infinitas formas distintas, falacias y tergiversaciones para molestar o porque está siempre buscando una ofensa donde no la hay para defenderse... En definitiva, es estúpida, y como consecuencia me fastidia la vida.
Todo ello favorece que no pueda estudiar.