Un método que a mí siempre me ha estado funcionando para evitar la fuerza de la depresión, es marcarme objetivos, ya sean pequeños o grandes, a los cuales dedicar durante todo el año. La cuestión no es acabarlos, sino el solo hecho de haberlo probado o intentado, ya, en mi caso, me resulta reconfortante.
Por ejemplo, hace un año estaba deseando dejar la carrera para empezar un módulo. A los dos meses me cansé del módulo porque quería empezar otra carrera, y aunque siga con el módulo, no hago más que pensar en hacer esa carrera. También es bueno ir por niveles, cuando superéis un objetivo, añadir un nivel más alto de ese objetivo. Mi lista:
1: estudiar criminología, y después detective
2: grabar una canción, y tocar en un grupo de música
3: apuntarme a kendo y participar en torneos
4: ir al leyendas del rock y al sonisphere
5: aprender a dibujar manga
6: escribir una novela
7: hacer una película
8: estudiar un ciclo superior de fotografía
9: independizarme
10: ganar algo de dinero arreglando ordenadores de forma clandestina este verano