Hola, hoy delante de mi casa había dos chavalillos jugando a la pelota y cuando paso por delante otro sentado a unos metros dice ¿puedo jugar o tampoco me dejáis?
"tampoco", le responde uno de ellos sin siquiera mirarle.
Se le veía la rabia en la cara, y me entraron ganas de acercarme y decirle que a quienes te desprecian no los necesitas, que tener a determinada gente aun está un escalón por debajo de no tener a nadie pero no lo hice, solo me subí a mi casa rumiando yo de crío no es que fuera muy despreciado pero tampoco especialmente guai ni querido, del montón zona medio-baja por decirlo de alguna forma, y joder soy el primero en creer que no estás obligado a que todo el puto mundo te caiga bien que no tienes porque hacerle ningún favor a alguien con quien no quieras estar, pero aun así el desdén y el tufo a superioridad me sacan una mala ostia que no se donde meterla