¿Y para qué coño sirven los amigos? Son un lastre, una rémora, una pesadez, un estorbo
. A la gente hay que saber utilizarla como a los clínex, aprovechar lo que te puedan dar y luego tirarlos a la basura del desentendimiento. Total, nunca nos van a comprender y nosotros tampoco a ellos.
Entiendo lo que pones sobre lo de sentirse extraterrestre. Yo veo a mi alrededor y no alcanzo a entender en mis 25 primaveras que es lo que comparto con los demás. Me siento un replicante de Blade Runner. Me parezco a ellos, quizás puedo pasar por uno de ellos, pero no soy parte de ellos. No son mis iguales, son mis antagónicos.
Me produce desazón pensar en tener que compartir mi tiempo con esta gente por ello me refugio en mi soledad. Huyo de las moscas. No quiero saber nada. Mi sueño es construir una enorme fortificación en torno a mí y expulsar a todo aquél que ose acercarse. Ser frío, inexpugnable, impertérrito, cerrado a todo y a todos.
Les odio, cada día más, les odio con toda mi fuerza, con todas mis ganas, con todo mi corazón, con toda mi cabeza. Cuando alguien me mira le enseño la cara del asco que me produce haber cruzado mi mirada con la suya. No sé hacer gestos amables, siempre ando con la cabeza abajo o de forma altiva. Algunos deben pensar que soy un chulo o un loco. Voy dejando a mi rastro una estela de rencor y nada me hace rectificar.
Cuanto admiro a quienes decidieron en su día apartarse de la sociedad y con ello lograron encumbrarse en los altares de la cultura. ¿Por qué será? ¿Es posible que en la masa todo se difumine, incluida, la brillantez?, El principio de que somos "seres sociales", ¿no será una engañifa para que no destaquemos como individuos?, ¿Qué es lo que nos atrae a los que, objetivamente, nos hacen daño?
Me siento un individuo privilegiado al ver que voy logrando despejar mi camino de lo que considero inservible y siendo cada vez más autosuficiente, pero, desgraciadamente, nunca lo seré del todo y el fantasma de la socialización me acecha constantemente. Y es que eso me pone enfermo. No quiero ir al baile de máscaras, no quiero integrarme, no quiero pertenecer a esta leva de idiotas. No, no, no y mil veces no. ¿Cómo vencer la tentación de hacerme más humano? Un pequeño paso es escribir lo que siento y desahogarme de tanto estrés social. Vuelvo a la cueva donde los amigos nunca han podido entrar
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