Mort pasó revista a sus últimas semanas y asintió, solidario.
-¿Y por eso leías todos esos libros?
Ysabell bajó la mirada y con el pie enfundado en una sandalia, jugueteó con la grava embargada por la vergüenza.
-Son muy románticos -dijo-. Hay unas historias realmente preciosas. Como la de aquella chica que tomó veneno al morir su amado, y aquella otra que se arrojó a un precipicio porque su padre insistía en que se casase con un viejo, y aquella otra que prefirió ahogarse que someterse a...
Mort la escuchaba pasmado. A juzgar por la cuidadosa selección del material de lectura que había hecho Ysabell, para cualquier muchacha del Disco resultaba una cuestión de renombre sobrevivir a la adolescencia lo suficiente como para gastar un par de medias.
-... y entonces ella creyó que él había muerto, y se quitó la vida, y resulta que él se despertó y acabó suicidándose, y aquella otra muchacha que...
El sentido común sugería que al menos unas cuantas mujeres lograrían alcanzar la tercera década sin matarse por amor, pero el sentido común no parecía conseguir en esos dramas ni siquiera un papel secundario. Mort ya se percataba de que el amor lo hacía sentir a uno acalorado, frío, cruel, débil, pero no se había dado cuenta de que podía convertirlo en un estúpido.
-... nadaba cada noche en el río, pero una noche hubo una tormenta y al ver que no llegaba, ella...
Instintivamente, Mort tuvo la convicción de que algunas jóvenes parejas se conocían, digamos que en el baile de la aldea, se caían bien, salían un año o dos, tenían unas cuantas peleas, se reconciliaban, se casaban y no se suicidaban para nada.
Notó entonces que la letanía de amores desdichados había perdido ímpetu.
-Vaya -dijo débilmente-. ¿Es que ya no queda nadie que se lleve bien?
-Amar es sufrir -sentenció Ysabell-. Tiene que haber muchas pasiones desgraciadas.
-¿Es preciso?
-Absolutamente imprescindible. Y angustias.
Mort.
Terry Pratchett
Los amoríos desafortunados son un bien irremplazable en esta vida, chica. Yo me declaro fan. De hecho, casi diría que los colecciono XD.