Yo sí merezco amor. De hecho me llamo David, que significa "el amado", pero nunca he tenido claro dónde hay que reclamar por aquello de los nombres ilegítimos
. (Juas. También tendría que reclamar por mis apellidos).
Tragic mode off.
Ahora en serio (o no)... Ese sentimiento sólo es el eco emocional de una creencia errátil muy profundamente arraigada en tu psiquis. ¿Por qué no ibas a merecer ser aplastada por un monzón de arcoíris rosas y gozar aleladamente como cualquier otro mortal bajo el cielo azul? ¿Merece un puercoespín menos afecto que un cachorrito de terrier que recoge sus propias cacas? ¡Eso es anticonstitucional, mi buena señora! Así pues, todos merecemos algo de amor, el quid de la estampa sobreviene en encontrar a quien nos lo dé.
Para eso: navega.