Hoy es uno de esos días, en los que preferirías quedarte en la cama y no despertar por completo, tener los sentido entumecidos por el sueño, y así el dolor no se apodere por completo de tu cuerpo.
Es uno de esos días en que no puedes pensar, no te puedes mover, todo duele muchísimo, todo te lastima pero tu solo muestras aquella sonrisa falsa destinada para aquellos días, sonrisa que has tenido oportunidad de practicar infinidad de veces. Solo quieres que nadie se de cuenta, que nadie pregunte, porque la verdad es que no sabes como explicar que tu alma se muere poco a poco y que hay días en que puedes sentir ese vacío que crece dentro de ti y no sabes como detenerlo; no, ciertamente no quieres que la gente pregunte.
No confías lo suficiente en nadie como para desahogarte porque lo que solo te dejas caer en el abismo, te dejas llevar por el dolor, esperando y deseando que pase pronto para "seguir con tu vida".
Como duele el cuerpo, como duele el alma, como me duele el pecho. Seguro es mi corazón desgarrándose lentamente, duele tanto que cuesta respirar, solo deseo que pare que deje de doler. No quiero seguir pensando, no quiero pensar, solo quiero sentir paz un rato, que mis demonios me dejen descansar que me dejen de atormentar. Que dejen de esperar cosas de mi, que no me critiquen, que vean por un momento que estoy rota, destrozada y que no me sigan lastimando. No importa si es inconscientemente solo quiero ayuda pero no se como encontrarla.
Tengo ganas de llorar y las lagrimas no salen, aprovechando mi soledad. Siempre son inoportunas, esperando que alguien aparezca para salir a flote. Y aunque las lagrimas no salgan nunca mi alma llora, llora apasionadamente, llora desgarradoramente en soledad y no se como curarla, o peor aun no se si tiene cura.
Si, definitivamente hoy no es un buen día.