Es propio de los animales el tener desarrollada la necesidad de pertenencia grupal. El ser humano, como animal inteligente que es (aunque algunos individuos se avienen a demostrar lo contrario
) no iba a ser una excepción.
Así las cosas, pueden plantearse dos situaciones, a saber; que la persona voluntariamente opte por el total individualismo rehusando cualquier relación social que implique pertenencia o lo que es peor (puesto que no es una elección) que el sujeto no acabe sintiéndose identificado con ningún grupo. De esto último algo sabemos los fóbicos sociales y en no pocas ocasiones acaba conduciendo irremisiblemente a la marginación.
Pese a todo, para mí es mejor ser un lobo solitario que tratar de calzarse en un sitio donde no te sientes identificado.